El fiscal general de Bulgaria, Sotir Tsatsarov, ha anunciado que el presidente del movimiento “Rusófilos”, Nikolai Malinov, ha sido acusado de espionaje y puesto en libertad bajo fianza de 25.000 euros. En el curso de la investigación se han llevado a cabo 11 registros y se han confiscado teléfonos y diversos documentos, entre ellos un informe de Malinov sobre la reorientación geoestratégica de Bulgaria hacia Rusia. También se ha probado una trama para el lavado de dinero por parte de ONG rusas. En la misma investigación, la Agencia Estatal de Seguridad Nacional ha prohibido a Leonid Reshetnikov, ex director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, entrar en el país durante un período de 10 años. El presidente búlgaro, Rumen Radev, ha declarado que la acusación de espionaje es gravísima y espera que la investigación presente hechos indiscutibles.