A partir de hoy, 27 de septiembre, Bulgaria ha entrado en precampaña electoral para los comicios municipales regulares. El voto se realizará en dos rondas: la primera, para la elección de alcaldes y concejales municipales, se celebrará el 27 de octubre, y la segunda −allí donde ninguno de los alcaldables alcanzara el 50% de los votos válidos emitidos en la primera ronda− el 3 de noviembre.

6,227,901 de votantes tienen derecho a voto, y el número total de candidatos a diferentes cargos en las administraciones locales asciende a 36,288. Sofía y Plovdiv, la segunda urbe más grande de Bulgaria, por detrás de la capital, son las ciudades con el mayor número de aspirantes a alcaldes: 19 y 14, respectivamente, mientras que en 397 alcaldías sólo hay un candidato. Un total de 66 formaciones −59 partidos y 7 coaliciones− se han registrado en la Junta Electoral Central para la carrera electoral. El sondeo más reciente de la agencia sociológica Alpha Research, arrojó que el 46.9% de los electores está decidido a votar. Las actitudes a favor de mantener el estado de cosas o del cambio del poder local están muy polarizadas. El 40.9% de los votantes prefiere que el alcalde actual continúe al frente de su municipio, mientras que el 47.3% prefiere uno nuevo. En las grandes ciudades, las actitudes a favor de un cambio son más altas (68 frente a 32%), en los municipios medianos la proporción es más moderada (56 frente a 44%), y en los centros poblacionales pequeños las escalas se inclinan a favor de los alcaldes actuales (51 frente a 49%). En base a estas cifras, los analistas predicen que las elecciones serán más disputadas en los municipios grandes.

La respuesta a la pregunta de si existe una alternativa al partido gobernante GERB muestra preferencias muy fragmentadas: el 17% señala el Partido Socialista Búlgaro (BSP, por sus siglas en búlgaro), el 4.9% la alianza de derechas Bulgaria Democrática, el 3.8% la coalición nacionalista Patriotas Unidos y 8.9% está a favor de otra fuerza política. Un factor serio podría ser también la gran cantidad de agentes locales alternativos, que podrían beneficiarse de un apoyo que varía entre el 10 y el 15%. En los comicios municipales, el voto de protesta no tiene la misma lógica y alcance que en las elecciones parlamentarias. El 37.2% de los encuestados declara estar dispuesto, en aras del cambio, a unirse en torno a cualquier otra candidatura en contra del alcalde en función. El 61.9% afirma que votaría dependiendo de las cualidades personales de los candidatos y de sus preferencias políticas. Según los sociólogos, estas actitudes muestran que la unión de los descontentos no es un proceso automático, especialmente cuando se trata de solucionar problemas locales.

Un otro sondeo, realizado por la agencia Trend, registra que los votantes también tienen algunas preferencias específicas. A la pregunta de si es mejor que el alcalde de su localidad sea hombre o mujer, el 48% señala que el género no importa. Sin embargo, el 36% considera que es mejor que el alcalde sea hombre y sólo al 10% le gustaría ver a una mujer al frente de los ayuntamientos. Para el 41% de los encuestados, la edad de los candidatos no importa, y el 40% prefiere que su alcalde sea joven. Para el 72% de los votantes, es muy o bastante importante que el alcalde sea natural del propio centro poblacional, frente a 21% que opina lo contrario.

Sin embargo, las elecciones dependerán sobre todo de las intenciones de los candidatos. Para lograr sus objetivos locales, las fuerzas políticas se han mostrado propensas a hacer concesiones importantes. El BSP otorga libertad a sus estructuras a nivel local para formar coaliciones, con la única prohibición de aliarse con el partido gobernante GERB. El propio GERB, que gobierna en coalición con los Patriotas Unidos, se presentará a las elecciones municipales en la capital junto con la Unión de Fuerzas Democráticas. Dos de los socios en la coalición Patriotas Unidos, el VMRO y el NSFB (Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria), estarán juntos en las elecciones municipales en sólo un tercio de los municipios, excluyendo una alianza con el partido nacionalista Ataka, y en todos los municipios contra el Movimiento por Derechos y Libertades (DPS) de la minoría turca.

En resumen, el  comienzo enrevesado y controvertido de la precampaña electoral dificulta los pronósticos, pero una cosa es segura: será una batalla muy reñida.

Versión en español de Daniela Radíchkova