En Kyustendil, todo empezó con el Centro Comunitario “Bratsvo” (en español, “Hermandad”): es la base de la Galería de Arte “Maestro Vladimir Dimitrov”, el Teatro Municipal, el Museo de Historia, la Biblioteca Regional, etc., explica Iván Andonov, presidente de la institución cultural más antigua de la región de Kyustendil. Esto cuenta sobre los inicios:

Este año el Centro Comunitario “Bratsvo” cumple 150 años. Fue creado el 1 de julio de 1869 por un grupo de jóvenes de Kyustendil. El libro del centro comunitario dice: "La riqueza es efímera; la virtud, eterna". Este lema ha fortalecido el espíritu de los habitantes de Kyustendil en los buenos y en los malos tiempos, y estoy seguro de que seguirá inspirando a la gente, porque el centro comunitario todavía está en el centro de la vida social y cultural actual. Es un lugar donde se reúnen diferentes comunidades, personas con diferentes puntos de vista sociales y políticos.El Centro Comunitario Búlgaro es una institución única, creada hace casi dos siglos, que tuvo un papel excepcional en la preservación del espíritu búlgaro. Nunca olvidaremos el caso de Gueorgui Drumoharski, fundador del Centro Comunitario “Bratsvo”, que luchó por preservarlo en esos años. Mucho más tarde, en los años 30, empezaron las proyecciones de películas para recaudar fondos. Antes de ello, todas las actividades se financiaban únicamente mediante donaciones de ciudadanos. La institución ha aportado un rayo cultural, educativo y patriótico, y no solo en la región. Aquí se publicaban periódicos que se llevaban a Ohrid, Bat o Bitola. Había una gran orquesta sinfónica, un coro y un conjunto folclórico más tarde conocido como "Struma".

El sr. Andonov es presidente del centro comunitario desde 2005. Es el director artístico del Concurso Internacional de Guitarra, la Academia Internacional de Música, el Concurso Folclórico “Pautalia”, el Concurso Internacional “Canta, Corazón” y otros foros organizados por centros comunitarios.

Tenemos una variada actividad relacionada con el nombre del maestro Vladimir Dimitrov, que era miembro del centro cultural, así como con la familia del gran compositor búlgaro Marin Goleminov, su padre... El autor de la primera sinfonía búlgara, Nikola Atanasov, vivió y trabajó aquí; Gueorgui Goranov, autor de “Druzhna Pesen”, la cantante folclórica Olga Borisova y muchas otras celebridades, cuya obra se recuerda a través de diversas iniciativas. Algunos consideran que la actividad del centro cultural es algo arcaica. Invitaría a estas personas a que vengan a ver las hermosas salas donde actúan las diferentes bandas y solistas y las estupendas condiciones en las que trabajan niños y adultos. Por supuesto, esto requiere un equipo serio y mucho trabajo. Trabajando con varios proyectos: Programa Erasmus, Programa Nacional de la Juventud, Programas de Cooperación Internacional Transfronteriza con Macedonia y Serbia… Tenemos un estudio de grabación, equipos profesionales de iluminación y sonido, un minibús con el que se puede transportar a los miembros de diferentes grupos cuando es necesario... Contamos con cinco “horós” (mixto, femenino, canciones antiguas, grupo folclórico y coro turístico), así como conjuntos de baile y conjuntos vocales. Tenemos una escuela de música infantil de muy alto nivel. Ofrecemos clases de guitarra, violín, acordeón, pandereta, solfeo y tenemos una estupenda escuela de idiomas con más de 100 niños y muchas otras actividades.

Nos falta espacio para todos los que quieren unirse a nosotros. Hemos conseguido que la mayoría de las actividades sean gratuitas y el resto tienen una tasa simbólica. Los grupos participan en diversos foros nacionales e internacionales. Hubo un día en que coincidieron representantes del centro cultural en tres países diferentes. Si no tenemos un concierto u otro evento, en nuestro centro caben entre 300 y 500 personas. Las aulas de formación musical están equipadas con instrumentos musicales de calidad. Tenemos cinco pianos de cola, pianos de pared... En estos tiempos acelerados, intentamos no apagar lo que une a los habitantes de Kyustendil.

Versión en español por Marta Ros

(Fotos: Albena Bezovska y archivo personal)