Calles estropeadas y sin pavimentar, redes de suministro de agua obsoletas, frecuentes cortes de electricidad, vertederos no regulados, mala red de transporte, paro y despoblación: estos son los principales problemas a los que se enfrentan cada vez más poblaciones pequeñas en Bulgaria. Por eso, en las pasadas elecciones los residentes de esos pueblos votaron con la esperanza de que sus preguntas encuentren pronto respuesta.
Las elecciones locales despertaron interés en el distrito de Kardzhali, al sur de Bulgaria, por el hecho de que más de la mitad de los pueblos solo tenían un candidato a la alcaldía. Los expertos explican esto con el proceso cada vez más extendido de la despoblación. La falta de trabajo hace que los jóvenes del pueblo de Pripek se vayan. Una residente de Pripek habla con Bozhidar Cholakov, de BNR - Radio Kardzhali, sobre la vida en el pueblo:
Los jóvenes huyen a Sofía, a Kardzhali o al extranjero. Nosotros, la gente mayor, vamos tirando como podemos. Cultivamos menos tabaco, que hasta hace poco era el principal modo de vida, pero tenemos una vaca, cultivamos nuestras propias patatas, judías, cebollas, tomates, pepinos, etc. Sin embargo, no tenemos médico. Una vez a la semana viene por un par de horas un médico del pueblo cercano de Dzhebel. Si alguien se pone muy enfermo hay que llamar a una ambulancia. Para revisiones o visitas con especialistas vamos al hospital en Kardzhali, Plovdiv o Sofía. Tenemos una escuela y una guardería, pero si nada cambia, en diez años solo quedaremos los ancianos, luego se cerrarán las casas y el pueblo se quedará sin gente. Si las cosas siguen así, esto es lo que pasará, hijo.
Con cerca de 1200 habitantes, Drangovo es uno de los pueblos más grandes de Kardzhali. Se encuentra a 4 km de la frontera con Grecia, y allí los problemas son similares a los de Pripek: falta de empleo, bajos ingresos y cada vez menos jóvenes.
La gente no está muy bien, explica Tsvetana Topchieva, maestra infantil en Drangovo. Aún hay niños en el colegio y en la guardería, pero cada vez menos. Actualmente en la guardería tenemos 19 niños, pero hace solo tres años eran más de 50. En la escuela hay solo 35 niños. Es bueno que se proteja, porque si no los niños tendrían que desplazarse al pueblo de Benkovski, que es más grande. Y mandar ahí solo a un niño pequeño, un niño de primero, es peligroso. Queremos muchas cosas del nuevo alcalde, pero lo más importante es arreglar las calles estropeadas y garantizar un suministro de agua fiable. Ha habido ocasiones en las que todo el pueblo tenía que hacer cola frente a una fuente para conseguir agua.
No solo Pripek y Drangovo se preocupan por la labor del nuevo gobierno local. Del nuevo alcalde quieren que trabaje en su interés y en sincronía con los concejales municipales. Que se haga algo para conservar a los jóvenes como Monica Zhivkova, que se encuentra temporalmente en Benkovski, su pueblo natal.
Desde hace tres años trabajo en el extranjero, en agricultura. Después de Año Nuevo, me iré de nuevo, afirma. Definitivamente no veo mi futuro en Bulgaria. En el extranjero cobro 10 € por hora, mientras que aquí debería trabajar todo el día para ganar ese dinero. Mis padres trabajan en un taller de costura, una de las pocas empresas, junto con las cafeterías, que ofrecen trabajos en esta zona.
Angela Hadzhieva, también de Benkovski, es universitaria en Plovdiv. Estudia a distancia y pasa su tiempo libre en el pueblo. Sin embargo, pasa el verano con sus padres en los Países Bajos, donde se gana mucho más dinero:
Como vivo con mis padres y no pago alojamiento, me ahorro la tarifa universitaria para el año que viene. El dinero que gano ahí en dos o tres meses, aquí me dura un año entero.
Tanto Mónica como Ángela afirman no preocuparse por la política, porque piensan que nada cambiará en su Bulgaria natal después de las elecciones; a pesar de ello votaron, esperando que algo mejore. Sin embargo, expresan su preocupación por que muchos de sus iguales ya perciban su país de origen solo como un destino turístico que visitan una vez al año.
Versión en español por Marta Ros
(Imagenes: Bozhidar Cholakov)
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