Cuando llega diciembre, las fiestas en Bulgaria son más que simples fiestas. A pesar de la gran cantidad de tareas urgentes antes de Navidad, la "oleada" de santos y todas las ocasiones de celebración nos hacen dar vueltas a su ritmo. El primer gran día de la tanda navideña es el 6 de diciembre. En esta fecha, la iglesia ortodoxa honra a san Nicolás de Myra el Milagroso, considerado por la Iglesia como "fiel a la fe y modelo de mansedumbre".

Como la mayoría de los santos cristianos, San Nicolás tiene su imagen en la tradición popular, una de las muchas pruebas del poder milagroso del folclore para incorporar y añadir sobre las antiguas capas de la sabiduría humana. Según la creencia popular, al crear la Tierra el Señor reunió a cinco santos hermanos y les dio a cada uno un elemento para gobernarlo. San Nicolás recibió mares, ríos y lagos. En populares, cuentos y leyendas canciones, San Nicolás es el protector de las profundidades del mar, de sus habitantes y de las tormentas, y santo patrón de marineros y pescadores. Estas ideas encajan con la historia del rescate milagroso de marineros durante una terrible tormenta descrita en la vida del santo.

En algunas canciones populares, San Nicolás tiene alas y no puede sumergirse hasta el fondo del mar, sino que también puede volar en las alturas. En todo momento está dispuesto a rescatar a quienes están en problemas. También se lo describe como un apuesto joven que arrea su caballo y como un anciano de cuya barba cae nieve. Según otra leyenda, cuando el Señor reunió a los cinco hermanos, a San Nicolás se le dio "un servicio y una mesa". En la práctica común búlgara, "servicio" es un día festivo dedicado a un santo cristiano, honrado como el santo patrón de un individuo o de toda una familia o comunidad. En Bulgaria varias poblaciones conservan estas tradiciones. San Nicolás es el santo patrón de Burgas, así como una serie de otras poblaciones de la costa del Mar Negro.

En la imagen folclórica del santo, los investigadores también encuentran rasgos del mítico hombre dragón, que puede estar con su espíritu en dos lugares distintos. El eminente etnógrafo búlgaro Dimitar Marinov ha registrado historias y canciones similares, según las cuales cuando estaba a la mesa y alguien se encontraba en peligro en el mar, San Nicolás no se levantaba de la mesa, sino que se quedaba dormido. Eso le permitía “volar” con un alma para rescatar a las personas en apuros. Dimitar Marinov cita una canción que se canta en “Nikulden” (día de san Nicolás) durante la comida festiva y que narra cómo "san Nicolás hierra caballo " para ir a comer “pogacha” (pan tradicional), junto con "todos los santos" porque ha nacido el Niño Dios. Cuando visitan a la Virgen María, los santos se sientan a la mesa. San Nicolás toma la copa de oro que San Basilio le había dado, pero se duerme y se le cae la copa y la coge junto antes de que se derrame el vino. Luego explica que no se ha quedado dormido, sino que se había "trasladado" para salvar a tres barcos atrapados en una tormenta.

Versión en español por Marta Ros

(Fotos: BTA y BGNES)