En la misma medida en que son grandes las ambiciones gasistas de Bulgaria también lo son los problemas ante su realización. Esto se vuelve claro con una serie de sucesos que acompañan la materialización del proyecto del gasoducto ruso “Corriente Turca” y su ramal a través de Bulgaria y rumbo a Europa Central, bautizado “Corriente Balcánica” por el propio primer ministro búlgaro, Boyko Borisov. Una entrevista del subsecretario de Estado norteamericano David Hale, concedida a Radio Nacional de Bulgaria y transmitida este último sábado, desató una auténtica tempestad mediática. A sólo tres días de la inauguración oficial del gasoducto “Corriente Turca”, por los líderes de los cuatro países que han participado en el proyecto-Rusia, Turquía, Bulgaria y Serbia-el diplomático número 3 de la jerarquía estadounidense vertía un balde de agua fría sobre las autoridades en Bulgaria al manifestar que Washington se oponía a la segunda tubería de “Corriente Turca” a través de Bulgaria por considerar tal instalación como un proyecto geoestratégico de Rusia.
Moscú utiliza sus fuentes energéticas como herramienta política por medio de la cual ejercer presión y dividir a Europa. "Corriente Norte 2” y la segunda línea de la “Corriente Turca” constituyen un problema, ya que no propician la diversificación energética para Europa, estima Hale. El diplomático celebra, en cambio, la decisión del Ejecutivo búlgaro, de que la compañía estatal “Bulgartransgas” adquiera un 20% del capital de la compañía Gastrade S.A, encargada de las obras de construcción de la terminal para gas licuado en las inmediaciones de la ciudad griega de Alejandrópolis. Bulgaria tiene la intención de surtirse de esta terminal de combustible azul procedente de los EE.UUI. y Qatar. A juicio del subsecretario de Estado norteamericano ello mejorará la diversificación gasista en toda la península Balcánica.
Bulgaria ambiciona convertirse en un hub gasista europeo del que se surtan todos los países europeos interesados,con gas procedente de distintas fuentes. De momento este gas es únicamente ruso y “Corriente Balcánica” no altera ni ápice esta situación. O sea, como dijera recientemente la embajadora norteamericana en Sofía Herro Mustafa, en este proyecto Bulgaria sólo desempeña el papel de un país de tránsito de lo cual no hay un provecho sustancial ya que, encima, las obras del gasoducto en territorio búlgaro están siendo sufragadas por Bulgaria y su monto rebasa la cuantía de 1100 millones de euros. La recuperación de la suma invertida podría conseguirse, en el mejor de los casos, dentro de unos 5 o 6 años.
Es justamente esto lo que ponen en tela de juicio una serie de expertos económicos que no se fían demasiado de los beneficios económicos y financieros que pudiera traer esta instalación. Analistas de la compañía de consultoría “Emerging Europe” consideran que el gasoducto “Corriente Turca” ejercerá tanto un efecto financiero positivo como otro, negativo para Europa y dicen que el mismo será, con toda seguridad, un impedimento ante el logro de una independencia energética de la UE.
La construcción del gasoducto en territorio búlgaro avanza y se espera que las obras concluyan en mayo. ¿Se animará Sofía a plantarle cara a Washington tal y como lo hace Alemania con respecto a “Corriente del Norte 2 “ o bien suspenderá, bajo la presión exterior, las obras del ramal “Corriente Balcánica”?¿No es ahora ya un poco tarde sepultar una instalación ya hecha a medias en la que se ha invertido no poco dinero? Las respuestas están siendo aguardadas pero, independientemente de la vaguedad, el diplomático norteamericano ha reiterado que los EE.UU. seguirán respaldando la modernización de las FF.AA., de Bulgaria, la estructuración de una red de comunicaciones 5G protegida contra manipulaciones y la consolidación de la supremacía de la ley en Bulgaria. O sea, que los EE.UU. mantienen la política que hasta ahora han tenido con respecto a Bulgaria, su aliado en el seno de la OTAN.
¿Sabrá Sofía mantener un equilibrio entre las dos Grandes Potencias, enzarzadas actualmente en una aguda confrontación por una serie de problemas globales y regionales? Hay que encontrar una fórmula mágica que le permita a Bulgaria mantener relaciones normales con todos los países que representen interés para ella. No lo tendrá fácil.
Versión en español por Mijail Mijailov
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