En un mensaje dirigido a la nación, el jefe de Estado búlgaro, Rumen Radev, ha anunciado oficialmente que retira su confianza al Gobierno por no obrar éste en el interés de los ciudadanos. Tras destacar que lleva tres años exhortando al Gobierno a que actúe con responsabilidad, Radev ha subrayado que no se trata de la decisión de un opositor político sino de la de un jefe de Estado que se desvela por el porvenir de Bulgaria.

Somos testigos de una grave crisis en la gestión del país a todos los niveles. Brilla por su ausencia  la voluntad de efectuar reformas y combatir la corrupción. El conculcamiento sistemático de la ley ha desembocado en la parálisis de sistemas e instituciones públicas completas,  inédita en la historia de la transición búlgara. Los habitantes de la ciudad de Pernik y de muchos pueblos de esa región sufren cortes de agua, y el Gabinete  se niega a asumir responsabilidad política por el problema. La incineración de residuos importados provoca grave contaminación del aire. Bulgaria no es un vertedero de basura y nadie tiene derecho a poner en peligro la salud de los búlgaros para que un puñado de empresarios con protección estatal puedan lucrarse, ha dicho, además, el presidente de Bulgaria.

El  Gobierno está promoviendo con mucho sigilo una reforma del consejo de control monetario. La legislación se  transforma en rehén de intereses lobistas  mientras se ahondan la pobreza y la desigualdad. Órganos del Estado se toman la libertad de amedrentar a las personad disidentes y en protesta, es evidente una ofensiva organizada contra las libertades cívicas. El gobierno actual nos va  abocando a la desintegración de la estatidad y nos va privando de un porvenir. Hay que poner fin a todo ello, ha  manifestado Rumen Radev, y ha llamado a unirse en aras de la justicia, la estatalidad y el bien de Bulgaria

La declaración del presidente es netamente política, ha comentado Boyko Borisov, primer ministro de Bulgaria horas después de que el jefe de Estado anunciara que retiraba su confianza al Ejecutivo. Para mí él no es un presidente unificador porque desune a la nación, ha recalcado Borisov. El premier ha agregado que el jefe de Estado y él no tienen puntos de intersección excepto los Consejos Consultivos sin sentido en los que nunca se ha decidido nada.