Doscientas barnaclas cuellirrojas, que son una especie en peligro de extinción a escala mundial llegaron para pasar el invierno en el lago de Durankulak, cerca de Shabla, en el noreste de Bulgaria. Las aves aparecieron después del conteo de medio invierno cuando no fue detectado ni un ejemplar de esta especie.
La causa de ello es el cambio climático que desplaza al norte el itinerario migratorio de la barnacla cuellirroja, que seguirá visitando Bulgaria pero por un periodo de tiempo más corto. Hace años las bandadas llegaban en noviembre, pero últimamente esto sucede a mediados de enero. El mayor número de aves de la especie fue contado en marzo de 2018, cuando llegaron a la zona protegida unas 30 000 barnaclas cuellirrojas.
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