Los cernícalos primilla (Falco naummani) han regresado a Bulgaria en una dura época, señala el equipo del Centro de Rescate de animales salvajes “Balcanes Verdes”. Respetando estrictamente las instrucciones actuales, relacionadas con el estado de emergencia nacional, los ecologistas cuidan de las aves de raras especies en la aldea de Levka, en el Monte Sakar, que se ha convertido en hábitat de la primera colonia salvaje de esas aves, desde hace más de medio siglo.
Da gusto observar cómo las aves macho escudriñan febrilmente los nidos artificiales que nuestro equipo ha instalado en la zona del Módulo para soltar cernícalos de uñas blancas, dicen desde el Centro de Rescate. Algunos de los machos no han decidido cuál de los nidos escoger para su futura familia, en tanto que otros ya están preparando intensamente el suyo y van ”invitando y cortejando a su elegida” para que lo visite. En el reciente monitoreo se han contado más de 20 cernícalos que retornaban y ya se han formado dos o tres parejas, indican desde el Centro.
El cernícalo primilla es una especie de halcón pequeño, muy raro en el territorio de Bulgaria y protegido por la Ley de la Biodiversidad. Esta hermosa ave pesa de 140 a 210 gramos, mide 32 centímetros y tiene un pico corto y curvado en su base. Las largas alas puntiagudas, que llegan a tener una envergadura de 73 centímetros, y la larga cola tienen sus extremos rematados por una ancha franja negra. Este cernícalo tiene predilección por áreas abiertas cubiertas de hierbas y arbustos en las que suele poner y empollar en huecos de 4 a 5 huevos por espacio de casi un mes.
Esta especie que sobrevuela Bulgaria suele migrar en número desconocido por el cielo sobre todo el territorio búlgaro, y en los últimos veinte años, concretamente en la zona ribereña al mar Negro. La sociedad “Balcanes Verdes” trabaja desde hace años en el marco de un proyecto sobre el retorno a Bulgaria del cernícalo de uñas blancas.
Recopilado por Elena Karkalanova
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES, greenbalkans.org
La vida en el extranjero no es algo inusual para el búlgaro Marín Yotov. Podemos decir que es un ciudadano del mundo ya que para sus 34 años ha vivido en varios países europeos. En estos momentos vive y trabaja en Berlín, pero la vida lo ha llevado a..
Desde 2019 en Varna funciona una escuela cuyo objetivo es cambiar los estereotipos y las ideas sobre los grafitis como algo feo, sucio e incomprensible. Es similar, desde luego, la actitud hacia los grafiteros, quienes, en el mejor de los casos, son..
La neerlandesa Ester Vilems sigue atrayendo personas de distintas ciudades a su club de bailes tradicionales creado en La Haya que lleva el nombre de Zora. Fue fundado en 2017 y entonces se matricularon en él 13 personas que con el tiempo llegaron a 50...
Según un estudio representativo de la agencia Trend, la mitad de los jóvenes búlgaros con ingresos mensuales superiores a 1.000 euros temen de problemas..
300 mujeres y 96 hombres pueden c ontar recuerdos de Bulgaria de los últimos 100 años. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística con motivo..