La zona que precede la frontera búlgaro−turca que hasta no hace mucho estaba atascada de camiones de carga, ya ha sido limpiada del montón de residuos y basura dejados por los choferes de la larguísima cola de vehículos, informan para Radio Nacional de Bulgaria desde la directiva del puesto fronterizo de Capitán Andréevo. Tras desviar a los camiones al aparcamiento, creado especialmente para el caso en el antiguo aeropuerto militar de Uzundzhovo, la operación de limpieza ha abarcado un sector de 20 kilómetros de la autopista con la franja de 2 metros adyacente a ambos lados. En el mismo puesto fronterizo han sido instaladas cámaras térmicas para controlar a cada persona que pase por allí.