Objetos voladores o ardientes, escándalos y palizas. En apenas unos días, las líneas de emergencia de la Fundación P.U.L.S. (Pulso) documentaron el horror y la desesperación que sufren mujeres y niños, encerrados en casa con sus agresores. Resulta, sin embargo, que incluso en confinamiento forzoso a causa de la epidemia, las víctimas de violencia pueden recibir ayuda.
Hablar con un especialista puede ser el primer paso hacia una solución postergada durante mucho tiempo.
Las personas que viven en violencia a menudo tienen miedo o vergüenza de buscar ayuda −dice Yulia Andónova de la Fundación P.U.L.S. a Radio Nacional de Bulgaria− . Pero es importante que sepan que nuestra organización, así como la Fundación Asociación Animus, pueden brindarles apoyo las 24 horas. Es mejor que esto suceda por teléfono, ya que el contacto en vivo, la conversación son mucho más rápidos y eficientes que el intercambio de mensajes. Sin embargo, quienes no pueden llamar pueden describir en mensajes o correos electrónicos lo que están viviendo y juntos podemos buscar una salida. A pesar de que estamos en estado de alarma, esto no significa que las personas que están en riesgo por su vida no tengan derecho a buscar ayuda.
Desde hace doce años, la ONG mantiene un centro de crisis que ofrece servicios sociales a mujeres y niños afectados por la violencia, la trata de personas u otra forma de explotación. Durante hasta seis meses las víctimas viven en un entorno protegido donde reciben alimentos y asistencia médica, apoyo psicológico y asesoramiento jurídico.
En casos muy graves, las víctimas de violencia pueden ser alojadas en algunos de los centros de crisis. Allí hay recintos habilitados donde los necesitados pueden permanecer durante la cuarentena −explica Yulia Andónova− . Ya que en la actualidad el alojamiento en los centros de crisis es sumamente reducido, se priorizan los casos más graves. En tal situación, lo primero que se hace es evaluar si la persona tiene un lugar a donde ir, si tiene parientes con quienes quedarse, pero de ninguna manera dejaremos a alguien en la calle.
Desde la Fundación P.U.L.S. lanzan un llamamiento a todos a no quedarse indiferentes ante una sospecha o evidencia de violencia doméstica o de género, y en caso de tener miedo por su vida o no atreverse a intervenir personalmente en la situación, llamar al número de emergencia 112 y buscar la intervención inmediata de la Policía.
Material basado en una entrevista realizada por Irina Nédeva para el programa Horizont de Radio Nacional de Bulgaria
Versión en español de Hristina Táseva
Fotos: Shutterstock, Radostina Biliarska
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