El turismo doméstico y el mercado interno son sólo una gota en el mar del turismo búlgaro y no hay manera de que los turistas nacionales puedan rescatar la temporada. Así lo ha manifestado en una entrevista con Radio Nacional el Prof. Stoyán Marinov de la Universidad de Economía de Varna, capital marítima de Bulgaria. El año pasado, dijo, a las arcas del Estado llegaron a parar 3.000 millones de euros por concepto de dinero gastado por turistas extranjeros, y los búlgaros que vacacionaron en el extranjero se gastaron apenas 500.000 euros. "Si nuestros compatriotas pasen este año sus vacaciones en Bulgaria, ello tampoco será capaz de compensar las pérdidas. Una gran parte del turismo estival está localizado en los centros de veraneo marítimos, siendo extranjeros el 80% de los turistas. Si no se abren las fronteras y no se levantan las restricciones de cuarentena, no se podrá hablar de temporada turística", ha zanjado el Prof. Marinov.