Los musulmanes en Bulgaria celebran Kurban Bayrami o Eid al−Adha (la Celebración del Sacrificio), una de las mayores festividades musulmanas, asociada al vigor de la fe y conmemorada con el sacrificio de un animal como expresión de agradecimiento al Todopoderoso. La festividad simboliza la humildad, la penitencia, la reconciliación y el perdón.
Se suele llamar al Kurban Bayrami fiesta de la misericordia y el perdón. Tiene por meta facilitar la comunión de las personas que profesan el islam. La festividad dura cuatro días, siendo el primero de ellos el de mayor significación pues en él los hombres se reúnen para el rezo festivo, el Bayram Namazi y se hace la ofrenda de un sacrificio animal.
“Por su esencia, el Kurban Bayrami es la purificación de la fe de todos los defectos y dudas −explica Vedat Ahmed, presidente del Consejo Supremo de los Musulmanes de Bulgaria− . Kurban significa aproximación, comunión. Se trata, por un lado, de la comunión con Dios, y por el otro, en lo social, con familiares, parientes, vecinos. El sacrificio se divide en tres partes: la primera queda para la familia, la segunda va para agasajar a las visitas durante la festividad y la tercera se reparte entre los pobres y los menesterosos. Además, en el período del Kurban Bayrami, los miembros más jóvenes de una familia visitan a los mayores para rendirles pleitesía. Las personas mayores, a su vez, se muestran misericordiosos con los jóvenes y ello contribuye a la cohesión de la sociedad. Es por eso que la religión islámica enfatiza en esta festividad, pretendiendo la unión de la sociedad y la existencia en su seno de piedad y compasión”.
Este año el Kurban Bayrami será un tanto más peculiar, ya que por la pandemia de coronavirus, la oración no se rezará en las mezquitas, sino al aire libre, lo que aporta otro toque a la vida de los musulmanes, agrega Vedat Ahmed y llama a que se respeten los requisitos antiepidémicos. Suman más de 577.000 los ciudadanos búlgaros que profesan el Islam, señalan los datos del último censo de 2011. Para todos ellos, la fiesta de hoy es motivo para reunirse con sus seres más íntimos.
”Es bueno que toda la familia se reúna por el Kurban Bayrami, aunque esto sea difícil en los tiempos que corren, en los que los jóvenes suelen trabajar en el extranjero −dice Leyla Mestán, de la ciudad de Krumovgrad, hablando de las tradiciones asociadas a la festividad− . Nosotros, en principio, solemos tomar vacaciones este día. Al término de los rezos en la mezquita, los hombres vuelven a casa y hacen el sacrificio de un carnero u otro animal ungulado”.
Quien no tiene la posibilidad de sacrificar a un animal no está obligado a hacerlo, pero sí puede por propia voluntad regalarle algún dinero a una persona menesterosa.
“En este período, las mujeres se ajetrean en los preparativos para la festividad: hacen la limpieza del hogar, preparan baklava y pasteles tradicionales –prosigue Leyla Mestán–. Cada cual procura este día reunirse con sus padres, y de no poder hacerlo, llamarlos por teléfono; porque las fiestas son un puente entre la joven generación y los mayores. En el campo todas las personas jóvenes suelen hacer visitas a los mayores. Les besamos la mano y les pedimos perdón si hemos errado, les hacemos obsequios. También solemos cocinar kurbán, sopa del animal sacrificado, en calderas comunes y luego repartimos el kurbán entre los moradores de la aldea”.
Leyla Mestán agrega que este año en Krumovgrad no habrá mesas comunes, colmadas de comensales:
”No sé si es conveniente besarle la mano a todas las personas mayores, tal y como manda la tradición. Es que en las condiciones de una pandemia esto sería una peligrosa frivolidad, como lo sería también llegar a la aldea procedente de otra localidad o del extranjero y recorrerla, esto entraña un gran riesgo. Lo de volvernos a reunir está muy bien, pero insto a todos a mantener la distancia de seguridad y ser disciplinados para que no haya cosas que lamentar cuando concluya la festividad”.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos proporcionadas por Leylya Mestan
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