El pueblo búlgaro llama el día de hoy el de la Virgen Grande y venera a la Madre de Dios como protectora de la maternidad y las mujeres y guardiana del hogar. Cada año el 15 de agosto, miles de creyentes acuden a los templos y monasterios de Bulgaria que llevan el nombre de la Virgen, y algunos de los fieles hasta se quedan a pernoctar en los templos en la víspera de la festividad.

Una procesión litúrgica presidida por el icono milagroso de la Virgen de las Tres Manos atrae a cientos de peregrinos a la porción de la Cordillera del Balkán a la altura de la ciudad de Troyán a mediados del tórrido mes de agosto. Participando en esta procesión, recorren casi medio kilómetro desde el Monasterio de Troyán hasta la zona de Moguílkata, donde la Santísima Virgen habría mostrado deseos de que se colocara su icono. Se oficia una misa de consagración y cada uno de quienes allá han ido tiene la posibilidad de venerar la efigie de la Madre de Dios.

El icono de la Santísima Virgen de las Tres Manos, famoso por obrar milargos, está siendo considerado protector de los búlgaros, y la Dormición de la Virgen es fiesta patronal del Monasterio de Troyán. Por tradición, se organizan grandes celebraciones por la Dormición de la Virgen también en los monasterios de Báchkovo y Rila, que cobijan los otros dos de los iconos milagreros de Bulgaria más conocidos.

En este día, Varna, la capital marítima del país, celebra su fiesta patronal, y en numerosos pueblos se organizan ferias. Los sacerdotes suelen consagrar manjares de sacrificio de animales por la salud y la prosperidad.

El Tránsito de la Santísima Virgen María, el 15 de agosto, es la mayor festividad eclesiástica dedicada a la Madre de Dios.

Se asocia con la dormición de la Virgen. A la edad de 64 años estaba orando en el Monte de Eleón cuando se le apareció el arcángel Gabriel sujetando un ramo de palmera en mano y le anunció que, pasados tres días, su espíritu ascendería al reino de los cielos. Antes de morir, quiso la Virgen volver a ver una vez más a todos los apóstoles, y luego los ángeles se llevaron su alma. Recibió sepultura en una cueva al lado del Huerto de Getsemaní, la cual, pasados tres días, quedaría vacía por haber resucitado la Virgen María. La Iglesia viene celebrando este día ya desde los primeros siglos del cristianismo.

Los apóstoles, entristecidos por haberse despedido de Jesucristo, acataban a la Virgen como madre suya de ellos, y todos los creyentes la trataban con cariño y veneración. Se quedó la Virgen a morar en Jerusalén en el Monte Sión. A menudo iba a rezar una oración a los lugares donde sufriera y muriera su Hijo Divino. Se presume que, siguiendo su ejemplo, los cristianos suelen rendir homenaje a los lugares consagrados por el Redentor. La fama de la Madre de Dios no dejaba de expandirse e iba a verla gente de países remotos en busca de consuelo y salvación. Un antiguo mensaje atribuido a san Ignacio Teófilo reza lo siguiente:

"En las persecuciónes de alma buena, en la penuria y las privaciones no se aflige, quienes la ofenden no desatan su ira, sino les da su bien; en la felicidad es plácida, es misericordiosa con los pobres y les ayuda en la medida de sus posibilidades. No tolera, sin embargo, a quienes se rebelen contra la fe nuestra. Es mentora de los fieles en toda buena obra y siente cariño especial por los humildes, ya que ella misma es humilde en todo”.

La Santísima Virgen María abandonó el mundo terrenal regocijada, iluminada por lo que irradiaba su Hijo Divino. Sin sufrimiento alguno, como si estuviera dormida, entregó en Sus manos su preclara alma inmortal.

Para todo el mundo cristiano, la Virgen sigue siendo la madre protectora tierna y afectuosa, sentada al lado de su Hijo, que intercede por quienes rezan movidos por la fe.

En el mundo moderno, la veneración de la Virgen María no ha menguado ni un ápice. No es casual que los que más abundan sean los iconos milagreros con su efigie, de los que se cree que son capaces de curar hasta a los enfermos desahuciados. Su imagen colma de esperanza a los fieles que creen que la Madre de Dios escuchará sus sinceras oraciones y les ayudará.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES -archivo, archivo