El 8 de noviembre la iglesia ortodoxa venera la memoria de los siete arcángeles que llevan las oraciones de los santos ante Dios. Se trata de Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jegudiel, Sealtiel, Barachiel, los guerreros celestes de la luz y de la justicia. En las creencias búlgaras el más temible de todos los arcángeles es el Arcángel Miguel, el que está más cerca de Dios. Precisamente él es el principal guardián del Paraíso y el más fervoroso protector de la ley de Dios. Cuando el alma llegue al término de su camino terrestre el propio san Miguel Arcángel baja del cielo para separarla del cuerpo. 

En algunos iconos el guardián celeste tiene en la mano una balanza con las cual mide los pecados de las personas. En su honor algunas familias organizan sacrificios de animales y ofrendas de comida, rezando por salud y protección de los guardianes de Dios.

El Día de san Miguel Arcángel es fiesta oficial de los policías. Fue conmemorada por primera vez en 1924, tras lo cual la tradición fue interrumpida de 1944 a 1994.

Es la fiesta onomástica de quienes llevan los nombres Ánguel, Anguela, Gabriel, Mila, Milén, Mijail, Ogñán, Plamen, Rada, Radka, Raina, Raya.