Todo quien haya adornado un arbolito vivo por Navidad, podrá regalarlo, pasadas las fiestas de fin de año, al Zoológico de Varna donde servirá de comida a los animales, es el llamado que dirige el equipo del Zoológico.
Cabe agregar que esto es ya una tradición de varios años. El año pasado, por ejemplo, un comerciante de esta ciudad marítima búlgara regaló a los animales 130 abetos y pinos que no había podido vender para las fiestas.
"Niño búlgaro yo soy, del verdor de nuestras montañas estoy fascinado; búlgaro llamarme es de mi máximo agrado", escribía con orgullo Iván Vazov, el patriarca de la literatura búlgara, en Bulgaria tras la Liberación en 1878. Hoy, un..
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La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..
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