El 20 de enero, la Iglesia Ortodoxa Búlgara conmemora al santo patriarca búlgaro Eutimio de Tárnovo, uno de los personajes más importantes de la historia de Bulgaria.
Eutimio nació por el año 1327 en el seno de una familia de alcurnia. Recibió una excelente educación secular, pero sus búsquedas espirituales lo llevaron al Monasterio de Kilifárevo, donde por el año 1350 tomó los hábitos. Posteriormente, estuvo siete años en Constantinopla (la actual ciudad de Estambul, en Turquía) y en el Monte Athos. Al regresar a la patria, se retiró a una cueva en las inmediaciones de Tarnovo, donde fundó el Monasterio de la Santísima Trinidad. En 1371 sentó las bases de la Escuela Literaria de Tárnovo, de gran importancia para el desarrollo de la literatura búlgara. Realizó una reforma ortográfica y lingüística cuyo objetivo era lograr la unificación en la ortografía y el lenguaje literario. En 1375 fue elegido patriarca de Bulgaria. Cuando en 1393 acaeció la conquista otomana de Tarnovo, capital del país a la sazón, Eutimio fue el último defensor de la fe ortodoxa y del Estado búlgaro. Fue canonizado en el s. XV.
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