Con el fin de salvar los empleados en el turismo, la Junta Nacional de Turismo y la Cámara de Turismo de Bulgaria esperan que sea reconsiderada la implementación de una prueba PCR obligatoria para los turistas que entren al país desde la Unión Europea y terceros país. De lo contrario, los hoteles están condenados a la quiebra, se señala en una postura común de las dos organizaciones, que ha sido entregada a los ministros de Turismo y de Sanidad, informa la agencia búlgara de noticias BTA.

El sector turístico se ha quejado de que ya han sido anuladas reservas. Por esto, con el fin de salvar la temporada, sugieren en vez de exigir pruebas PCR, hacer pruebas rápidas de antígenos in situ a la llegada de los turistas al país, en los puestos de control fronterizos y en los lugares de alojamiento.