Cada año nacen en Bulgaria casi 6.000 bebés prematuros, o sea un 10% de todos los recién nacidos en el país. Para muchos es estremecedor ver un bebé prematuro, pero para los padres son las criaturas más hermosas, tiernas y frágiles que deben comenzar su vida luchando.
En esta lucha por la supervivencia están involucrados todos: los pequeños héroes, los especialistas en las unidades de neonatología y las familias que deben hacer frente a un sinfín de preguntas y miedos, y a la vez deben conservar la esperanza de que su bebé superará este reto.
Hace exactamente un año, en febrero, surgió la idea de respaldar a los padres cuyos bebés hayan nacido antes de la semana 37 del embarazo. Se trata de una iniciativa de voluntarios, gracias a la cual toda persona que se solidarice con los problemas de los bebés prematuros puede expresar su apoyo bajo la forma de un pequeño gesto dirigido a los padres. El organizador de la campaña es la Fundación Nuestros Bebés Prematuros.
“La idea era recolectar 750 *mártenizas, tantas como los partos prematuros previstos en las unidades de neonatología −explica Mónica Zlatánova, de la mencionada Fundación− . Para nuestra gran sorpresa, fueron recolectadas 1.300 mártenizas. El entusiasmo que se había apoderado de nosotros nos motivó a repetir la iniciativa también este año. Nuestro entusiasmo se debió además al hecho de que todos aceptaron la causa de manera muy personal”.
La idea de las mártenizas no es casual. En sus hilos están entrelazados votos de salud, calor humano y bendiciones. Aparte de ser una tradición e importante elemento del folclore búlgaro, los hilos de blanco y rojo son un presagio de la vida naciente y de un futuro mejor. Cuando están cargadas con el cariño y los votos de bienestar de las personas que las elaboran, las mártenizas obsequian sonrisas, calientan el corazón e insuflan fe en el Bien.
“En realidad, los requisitos no son muchos −prosigue Mónica Zlatánova− . Hemos dejado a los benefactores dar rienda suelta a su imaginación. No se requiere nada más sino manos hábiles y materiales para elaborar las mártenizas. La idea es que no sean pulseras, sino de tamaño más grande. Cuando las recibamos, las colgamos en postales especiales que hemos hecho. En el reverso escribimos el nombre de la persona que las envió. Este gesto es realmente algo muy personal. Así, los padres de los bebés prematuros que están en neonatología saben que alguien está pensando en ellos en este momento y los está apoyando”.
En caso de que las mártenizas recolectadas superen la cantidad necesaria, las que sobren serán puestas en venta con fines benéficos, en apoyo a las actividades de la Fundación Nuestros Bebés Prematuros.
*Mártenitza − adorno tradicional de hilos blancos y rojos que los búlgaros intercambiamos el primer día de marzo como símbolo de la primavera.
Adaptado por Darina Grigórova a base de una entrevista hecha por Veselina Milánova
Versión en español de Hristina Táseva
Fotos: Fundación Nuestros Bebés Prematuros, BGNES y archivo
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