Un iraquí y once sirios, que han cruzado ilegalmente la frontera de Bulgaria, han sido detenidos en el ejido de la aldea de Guenerálovo, provincia de Svilengrad, en el sur del país, informa la corresponsal de Radio Nacional en la región.

Los migrantes han declarado a la Policía de Fronteras que pedirían asilo en Bulgaria. Los detenidos, entre ellos tres niños, habían cruzado el río Maritsa con la ayuda de un traficante de migrantes griego, y en territorio búlgaro los esperaba una furgoneta con matrícula búlgara. Por su traslado a Bulgaria, cada uno pagó de 2.000 a 4.000 euros.

El conductor de la furgoneta, un hombre de 55 años de la ciudad de Jáskovo, también ha sido detenido. Las personas por él transportadas han sido alojadas en el campo de migrantes de Lubimets.

El director de la Dirección Regional de la Policía de Fronteras en Smolan, Stoyán Mandadzhíev, ha manifestado que en la frontera de Bulgaria con Grecia no se observa presión migratoria.