Etnólogos y antropólogos de Bulgaria y la República de Macedonia del Norte han acometido investigaciones de campo sobre la cambiante cultura urbana cotidiana y festiva en las condiciones de la pandemia de Covid−19. El proyecto, bautizado Sofía−Skopie: lo cotidiano y lo festivo en tiempos de pandemia, está a cargo de un equipo de científicos de la Asociación Académica de Etnología, adscrita a la Universidad de Sofía, y compañeros de éstos de la Universidad de Skopie y cuenta con el respaldo financiero del Programa de Cultura del Ayuntamiento de Sofía.
Los resultados y las experiencias de las dos urbes serán debatidos y cotejados en una conferencia científica en línea organizada por la Asociación búlgara este miércoles. El foro científico ofrecerá a etnólogos, folcloristas, antropólogos, culturólogos e historiadores la oportunidad de intercambiar experiencias y presentar su trabajo relativo al candente e importante tema relacionado con las alteraciones que ha provocado en nuestro día a día la pandemia de Covid−19, explica la etnóloga búlgara Anelia Ovnarska−Milúsheva.
El proyecto documentará y analizará narraciones interesantes y representativas de los vecinos de Sofía y Skopie sobre sus vivencias durante la pandemia, que dentro de algún tiempo acabarán siendo una herramienta de suma importancia a la hora de analizar hasta qué punto y de qué manera Covid−19 ha alterado nuestra cotidianidad. El equipo pone el énfasis básicamente en rastrear los cambios en los hábitos diarios, la nutrición, las normas de la cultura, los patrones de comportamiento, los hábitos laborales y de consumo de la gente en una pandemia.
Una parte de los estudios y estadísticas que serán presentados en la conferencia han sido fruto de una encuesta que se encuentra publicada en la página de Facebook del proyecto. Hasta el momento el formulario de preguntas ha sido rellenado por más de 200 personas. Tras examinar las respuestas a las casi 50 preguntas y emplear su observación e interpretación profesionales, los estudiosos de ambos países han llegado a conclusiones curiosas.
”Lo que llama la atención es que la pandemia en sí no ejerce un impacto negativo en la calidad del trabajo humano −comenta Anelia Ovnarska−Milúsheva− . Casi el 52% de los encuestados confiesa que después del estrés inicial, las medidas antiepidémicas, por muy rigurosas que hubieran sido, no incidieron en forma negativa en su respectiva labor. Una buena parte de los entrevistados señala, asimismo, que les agrada la forma híbrida de trabajo: desde el hogar y la oficina. No obstante, un gran número de ellos dice no ser capaz de delimitar su tiempo de ocio del de su horario laboral, o sea que el quedarse en casa difumina la frontera entre las horas para trabajar y las dedicadas a descansar. Otro detalle curioso es que la mayoría de la gente reconoce que no está trabajando más tiempo en la crisis y que consigue pasar más tiempo y con mejor calidad con sus familiares”.
Según la etnóloga, estos datos serán de extraordinario valor para el futuro, cuando haya sido recopilado un mayor volumen de datos estadísticos y se pueda trazar un cuadro más claro y completo de lo que habrá quedado de la pandemia y lo que habrá cambiado en los patrones de comportamiento y la vida diaria de la gente.
En la conferencia en línea presentarán sus ponencias trece científicos, etnólogos y antropólogos culturales. A ellos se sumará un psicólogo, quien se referirá a cómo han ido cambiando nuestras ideas sobre la vida cotidiana y nuestra vida en general a consecuencia de la pandemia.
“Se presentará una ponencia sobre la desurbanización y la nueva vida en el campo, que se ha transformado en una preferencia para la gente, máxime en un período de aislamiento. Hay también ponencias sobre las tradiciones en el confinamiento y sobre el día a día en las unidades Covid de los hospitales”, agrega Anelia Ovnarska−Milúsheva.
Adaptado por Vésela Krásteva en base a un reportaje de Zoya Karadzhova de la emisora regional de Radio Nacional en Blagoevgrad
Versión en español por Mijail Mijailov
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