El comandante de la Base Aérea Graf Ignátievo, Gen. Nikolay Rusev, ha calificado de “especulaciones” las afirmaciones de que los cazas MiG−29 rusos son obsoletos y presentan problemas técnicos. El 9 de junio, durante un ejercicio sobre el mar Negro, un avión de combate de este tipo se accidentó y su piloto, el mayor Valentín Terzíev, perdió la vida.

En una intervención en la cadena televisiva bTV, el Gen. Rusev ha insistido en que incluso en el caso del más mínimo mal funcionamiento, las máquinas se quedan en tierra. Ha añadido que los aviones se mantienen en perfectas condiciones y todos sus repuestos que llegan desde Rusia son nuevos. Sin embargo, el alto rango militar ha admitido que las horas de vuelo de los pilotos militares búlgaros son insuficientes. El piloto fallecido y sus compañeros de la base aérea han volado en total 12 horas y 50 minutos desde principios de año.