El foro Nueva Música Búlgara, que se extenderá hasta el 27 de octubre, organizado por la Unión de Compositores Búlgaros, presenta este año obras de cámara de autores de distintas generaciones. En la cartelera figuran los nombres de algunos compositores búlgaros cuya carrera se desarrolla en el extranjero. Uno de ellos es Nikolay Badinski, que se graduó en las carreras de composición y violín en la Academia Nacional de Música. En el año 1962 se trasladó a vivir en Berlín Este y en 1976 emigró a Berlín Occidental. 

En Alemania trabaja como violinista-solista, compositor, profesor, concertino y es fundador de un cuarteto de cuerda.

Es autor de más de 230 obras para orquesta y cámara, conciertos, etc. Sus obras han sido publicadas por la prestigiosa editorial Universal Edition (Vienna, New York, London), que promueve obras de los más importantes compositores del siglo XX. La música que compone está influida por el vanguardismo europeo y por el folclore búlgaro y el del este europeo, etc. Es ejecutada por importantes solistas y conjuntos entre los cuales está la Filarmónica de Berlín, la Orquesta Estatal Sajona de Dresde, Сamerata Academica Salzburg, Shanghai Symphony Orchestra, entre otros.

En el concierto en Sofía que tuvo lugar hace pocos días, junto con los estrenos de las obras de cinco compositores búlgaros (Emil Mirchev, Silvia Statkova, Dimitar Konstantsaliev, Yordan Karaivanov) sonaron por primera vez las obras Aparición de Levski y una pieza del ciclo Reuniones para Piano, de Badinski.

“La imagen de Levski está en mi corazón desde mi infancia. Esta personalidad sagrada para el pueblo búlgaro nunca abandona mis pensamientos. Para mí el Apóstol de la Libertad es una personalidad muy próxima a mí mismo por su espíritu e ideas, y puedo hablar sobre él durante horas enteras. Sabemos que Levski era un gran bailarín. Contemporáneos suyos cuentan que cuando bailaba las danzas típicas búlgaras sus piernas no tocaban la tierra. Este hecho me inspiró a incluir en la pieza los ritmos tradicionales búlgaros, lo cual es un verdadero reto para todo pianista, ya que deben ser ejecutados con gran rapidez y maestría. 

La otra obra es parte del ciclo Reuniones para Piano, que he ido componiendo a través de los años. En las piezas cotejo la música de distintas épocas y direcciones. ¿No era ésta la música de  Haydn y Messiaen? es la pieza que presento en Sofía. Para mí es muy interesante la conexión estructural del idioma musical de estos compositores mediante la pureza y la claridad características para ellos”. 

Nikolay Badinski ha encomendado los dos estrenos a la joven intérprete Alexandra Ivanova.

“En 2018 el director Iván Yanakiev me presentó con la obra Nikolay Badinski, cuenta la joven pianista. Entonces, con motivo de su 80º aniversario, ejecuté Cinco piezas sobre una fila dodecafónica para piano. Estoy muy emocionada siempre cuando ejecuto obras modernas, sobre todo cuando se trata de estrenos mundiales. Es una gran responsabilidad pero es a la vez una experiencia muy interesante y enriquecedora.

El profesor Yovcho Krushev, mi profesor de piano en la Academia Nacional de Música, me decía que para cada pianista reviste suma importancia interpretar música contemporánea.

Por esta razón, desde mis años universitarios incluyo tal tipo de piezas en mi repertorio, tanto de compositores búlgaros como de extranjeros. Las piezas de Nikolay Badinski no son fáciles de interpretar, pero su música me agrada muchísimo y espero poder presentarlas de la manera más cercana a su idea”.

Versión al español de Hristina Taseva