Muchos países,Bulgaria incluida, han exhortado a sus nacionales a retirarse de Ucrania. Los precios del crudo y del trigo ya se han encarrilado por la vía de una escalada política difícil de prever, generada por los temores a una eventual invasión rusa de Ucrania. Cada vez más palpablemente ha ido planeando sobre Europa el fantasma de la guerra.

• Ningún ciudadano búlgaro ha solicitado ser evacuado de Ucrania
  

“Es obvio que el peligro en Ucrania va aumentando. En ocasiones es muy tenue la diferencia entre la propaganda y las decisiones realmente arduas, la chispa puede encenderse con facilidad, señala en Radio Nacional Ivaylo Kalfin, director de Agencia Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, ex vice primer ministro, ministro de exteriores y ministro de Trabajo, al igual que ex eurodiputado. Desde el punto de vista pragmático nadie espera una guerra a gran escala que se extienda a todo el territorio de Ucrania, al menos a estas alturas”.

Según Kalfin, lo que está pasando ahora es una “estructuración de posiciones". El conflicto no es nuevo pero ahora está abordando una fase bastante candente, y el problema es hasta dónde llegará, recuerda Kalfin y agrega:

“El conflicto estriba en que Rusia lleva décadas reaccionando con extraordinario nerviosismo a la ampliación de la OTAN hacia sus fronteras. Muchas personas recuerdan el año 2008, cuando la OTAN dio indicios de que Ucrania y Georgia pudieran ser admitidas a la OTAN, lo que pasó con la guerra en Georgia o en el este de Ucrania etc. Rusia tiene un problema cada vez que se trata de la ampliación de la OTAN hasta sus fronteras. Ahora se siente fuerte también en lo económico, por sus cuantiosos ingresos de las ventas de crudo y de gas. El que la Gazprom haya reducido drásticamente los suministros de gas a Europa forma también parte de esta tensión, pues Rusia pretende demostrarle a Europa lo importante que es. Sin embargo, es el mercado europeo el que es mucho más importante para Rusia que los suministros rusos para Europa. Por lo general el mensaje que Rusia está enviando es “no extiendan Uds. la OTAN hasta nuestras fronteras”, en tanto que el que están lanzando los EE.UU. y sus aliados es “Si Uds. se permiten hacer algo en el este de Ucrania, entonces, seguramente, la OTAN llegará, con todos sus armamentos, a las fronteras rusas”.Ivaylo Kalfin considera convencido que la UE se ha incorporado muy activamente, a través de la OTAN, en el diálogo con Rusia.

La tirantez en torno a Ucrania, como cabe esperar, está provocando reacciones dispares en Europa, situándose en primer término - dice en su análisis desde Bruselas Anguelina Pískova, corresponsal de Radio Nacional de Bulgaria. Y cita a Guy Verhofstadt, miembro del consejo ejecutivo de la presidencia conjunta de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, cuyo cuarto panel, dedicado al papel de la UE en el escenario mundial, ha concluido en Maastricht. ”Lo que está en juego es algo sumamente importante, es la paz o la guerra en el continente europeo. Llevamos más de 7 décadas sin una guerra en suelo europeo y creo que hay que hacer todo lo posible por frustrar una contienda. Cualquier esfuerzo en este sentido es tan útil como indispensable”.

Los participantes búlgaros se encuentran divididos en sus expectativas, aunque coinciden en que en este caso concreto la UE no ha sido eficaz.

“Espero mucho que no haya una guerra, porque ignoro a quién beneficiaría. Hace unos días vi una entrevista a ucranianos y me llamó la atención de que ellos no sentían este problema en la misma forma e que se destacaba el mismo en el espacio público de los otros países - destaca Desislava Simeonova, empleada en una unidad de estudios clínicos. Ahora, tras haberse desvanecido un poco la crisis de la Covid-19, Ucrania aparece como el siguiente tópico tremendista. No creo, decididamente, que la UE esté dando pruebas de eficiencia en medio de esta situación. Lo malo es que EE.UU. esté interfiriendo demasiado en todo”.

Galya Zajarieva, ingeniera en Construcciones, tiene temores más fuertes:

“Temo que haya una guerra. El problema hay que zanjarlo por la vía pacífica. Si se llega a una guerra, será una guerra fratricida. Se trata de habitantes que se encuentran demasiado cerca uno de los otros, la mitad de uno de los dos pueblos vive en el otro país y viceversa, como somos nosotros, aquí en los Balcanes”.

El financiero Krasimir Zlatinov ve el problema, sobre todo, en la división de Europa y en “dependencias que no hay que despreciar”.

Teodora Guenchivska, ministra búlgara de Asuntos Exteriores, señalaba, hace unos días entrevistada por Radio Bulgaria el impacto directo en la seguridad nacional de Bulgaria de la crisis en Ucrania.

Adaptado por Elena Karkalánova a base de entrevistas de Lora Tarkóleva y Anguelina Pískova

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: EPA/BGNES