La tierra despierta del sueño invernal, el sol nos sonríe y los colores de las flores nos acompañan en nuestro día a día. Es la época en que celebramos una de las fiestas favoritas de los búlgaros: el Domingo de Ramos.
En la tradición cristiana el día es venerado como la solemne entrada de Jesucristo en Jerusalén. Según los textos evangélicos, el hijo de Dios entró en la ciudad sagrada y fue recibido por sus vecinos con ramas de olivo, palmera y laurel, mientras todos clamaban “¡Hosanna!”. Precisamente por esto después de la santa liturgia los cristianos se llevan ramas de sauce bendecidas que recuerdan las palmas con las cuales fue recibido el Redentor.
A pesar de que todavía no ha terminado el ayuno pascual, el Domingo de Ramos está permitido consumir pescado. En muchos lugares en Bulgaria se amasan hogazas rituales que ostentan la forma de una flor.
El Domingo de Ramos celebran su onomástica todas las personas que llevan nombres de flores y plantas.
A partir de mañana comienza la Semana Santa que terminará en vísperas de la Resurrección de Jesucristo, una época en la cual podemos pensar sobre la vida y la muerte y reconsiderar lo valioso y tratar de acercarnos a lo espiritual.
Mikhailo Parashchuk, el escultor ucraniano que creó elementos arquitectónicos para la decoración de algunos de los edificios más impresionantes de la capital búlgara, nació el 16 de noviembre de 1878. Su trayectoria comenzó en el pueblo de..
Arqueólogos han examinado la necrópolis en la localidad de Kavatsi cerca de Sozopol. El perímetro en el cual se encuentra es parte de la historia de Apolonia Póntica y data del siglo IV antes de Cristo. “Se trata de un tramo donde hay sepulturas muy..
Nuestra Iglesia Ortodoxa celebra hoy el Concilio de San Arcángel Miguel, líder de las huestes celestiales y de las jerarquías angelicales incorpóreas que derrotó a las fuerzas de la oscuridad. Es una de las fiestas cristianas fijadas de otoño más..