Un equipo de científicos del Instituto de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Academia de Ciencias de Bulgaria formará parte de un consorcio internacional que trabajará en el proyecto Interfaz cerebro–máquina neuromórfica autoadaptativa relacionado con la aplicación de la inteligencia artificial en la atención sanitaria. El objetivo del proyecto, que está financiado por la Comisión Europea, es permitir que las personas con lesiones graves de la médula espinal que no pueden mover las extremidades inferiores puedan comenzar a caminar.