“Nuestros hijos aman las canciones folclóricas, les agrada estar en el escenario, ganar premios y merecer los aplausos del público, esto les anima y motiva”, dice Plámena Gospodínova sobre sus pupilos de la Escuela de Artes de la ciudad de Nova Zagora. Sus alumnos tienen una impresionante colección de premios de foros regionales y nacionales. Unos de sus últimos galardones son los que ganaron en la Fiesta Folclórica Kiten y Amigos.
Los éxitos de los niños son un motivo de orgullo para su profesora y para sus padres, abuelos, hermanos y hermanas que apoyan a los menores.
Plamena también canta desde pequeña. Aprendió sus primeras canciones de sus abuelos y después continuó desarrollando su talento con sus profesores. La afamada cantante folclórica Dinka Rúseva la preparó para los exámenes de la Escuela Nacional de Artes Folclóricas de la ciudad de Kótel.
“Estudié canto folclórico en esta magnífica escuela con la profesora Sashka Chénkova, una persona por la cual siento gran agradecimiento. La atmósfera en la escuela también es magnífica, los alumnos y los profesores cautivan a los demás por su gran talento, cuenta Plámena. Mientras cursaba mis estudios en la Universidad de Shumen me propusieron hacer mis prácticas en guarderías infantiles como pedagoga musical. El trabajo me gustó mucho, me encantaban los niños que estaban impacientes de aprender algo nuevo. Allí me di cuenta de que ésta era mi vocación”.
Desde 2018 Plámena imparte clases en la Escuela de Artes de Nova Zagora. Los niños a los cuales enseña tienen de 5 a 13 años de edad.
“La ciudad de Nova Zagora se ubica en la región de Tracia y por esto aprendemos primero las canciones de esta región para que los niños puedan conocer su temperamento y ornamentación, prosigue Plámena. Después les explico que en Bulgaria hay otras regiones folclóricas y las canciones que se interpretan allí también son bellas pero pertenecen a otros estilos folclóricos. Así aprendemos cuáles son las características de las melodías de la montaña Strandzha, la región Shope, Dóbrudzha, etc”.
Plámena cuenta que hace dos años crearon la formación vocal Agleya en la cual los menores estudian canto polifónico. Está convencida de que las actuaciones y el amor del público inspiran a los pequeños cantantes, ellos se sienten seguros en el podio y así se desarrollan importantes cualidades humanas. Por esto, Plámena procura que el grupo tenga frecuentes participaciones en conciertos.
Daraina Jrístova es mi primera alumna junto con Nicole. Con ella trabajamos sobre la voz y la ornamentación. Las dos cantan en dúo. Lo que más les agrada es el canto a dos voces de la región de los shopes. Han ganado muchos premios como dúo.
Estoy agradecida a todos los padres que me apoyan. Los niños son pequeños y cuando viajamos a ciudades más lejanas los padres siempre nos acompañan.
Los niños tienen distintas edades y son de temperamento diferente. Lo que los une es que aman las canciones tradicionales búlgaras, las ejecutan con alegría y de todo corazón”.
Versión al español de Hristina Táseva
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