La pintoresca aldea de Madzhare, en los montaña Ródope, va camino de dotarse de una nueva atracción. Muy en breve se habilitará un sendero ecológico educativo infantil. A tal efecto se construirán puentes de madera sobre el río, se aprovecharán árboles caídos o troncos de árboles para acondicionar rincones de descanso, etc. A medida que los chiquillos avancen recorriendo el trayecto, irán asomándose a la naturaleza del monte y aprendiendo cómo cuidarla. El sendero estará terminado de acondicionar en otoño del año en curso, cuando por él transitarán los primeros grupos de alumnos. Desde luego,también serán bienvenidos todos los turistas con propensiones ecologistas.

El proyecto ha obtenido respaldo financiero del ayuntamiento de Sámokov. La iniciativa, sin embargo, pertenece íntegramente al empresario italiano Michele Crescentini, dueño feliz de una granja de pequeños burros en la aldea, a la que nos referiremos muy en breve.

“Madzhare es un lugar muy turístico. Es similar, desde el punto de vista de la naturaleza y las posibilidades para fomentar el turismo, a nuestra región de Trentino, en los Alpes. Allá, empero, las comunidades lugareñas aunaron sus esfuerzos por promocionar un producto turístico común”, dice Michele para Radio Bulgaria. Opina que los pequeños pueblos en la montaña Rila también podrían promover actividades conjuntas que se complementen mutuamente:

“En Madzhare hemos comprometido en la faena a la nueva alcaldesa, ofreciéndole un proyecto de creación de un sendero ecológico cognitivo para niños en medio del bosque, en proximidad a nuestra casa. Los niños son como unas esponjas, lo absorben todo. Si mientras los menores tienen una corta edad, unos 6 a 10 años, cultivamos en ellos respeto y desvelos por la naturaleza, de mayores sabrán que la colilla de un cigarrillo, por ejemplo, necesita unos 100 años para desintegrarse, que a la botella de vidrio le harán falta 1.000 años para su degradación, etc. Ahora nos disponemos a hacer una acción de limpieza, con la ayuda de voluntarios, en el bosque por el que cruzará el sendero. Vamos a colocar letreros de señalización y otras instalaciones de material natural. El proyecto ha sido respaldado con una financiación de más de 7.500 euros. No es una suma enorme, pero sí es cierto que el dinero recibirá un buen uso. Se empleará una parte del dinero también para la construcción de una casita de madera para reuniones y charlas “, dice Michele.

La gente de Madzhare espera que esta nueva atracción atraiga al pueblo no sólo a grupos de alumnos sino también a matrimonios jóvenes con hijos:

“Ahora vamos a firmar el contrato de las obras y acometeremos el acondicionamiento del sendero. Lo tendremos ultimado en noviembre. El trayecto llegará a la capilla de San Jorge, tendrá una longitud de 1 kilómetro. Contamos en el pueblo con unas 6 casas de huéspedes, el interés de los turistas es importante puesto que estamos a sólo una decena de kilómetros del pico Maliovitsa, y a otros tantos del centro de montaña de Borovets”, dice Jristina Deyánova.

Para las obras se apuesta también por el trabajo de voluntarios. Michele Crescentini se ocupa de organizarlos. Este italiano lleva años ofreciendo alojamiento y comida gratuitos a viajeros del mundo entero quienes le ofrecen en contrapartida su labor gratuita en la granja en Madzhare. También ahora se apostará por esta forma de ayuda:

“Llegan a nuestro pueblo turistas franceses, británicos, turcos y hasta tuvimos a una turista chilena. El año pasado junto con ellos hicimos la limpieza del pueblo y pintamos todos los bordillos de las aceras de los clores amarillo y negro, en un trabajo totalmente gratuito. Esas personas estuvieron alojadas y recibieron comida en nuestra aldea. Mis gastos fueron mínimos, los del ayuntamiento, nulos. El pueblo acabó resplandeciendo”, recuerda Michele.

te empresario italiano espera ahora poder atraer a más voluntarios para la causa de Madzhare.”Lo que falta en Bulgaria, si se me permite decirlo, es la unión. En Bulgaria la gente es excesivamente individualista. Si estos pequeños municipios, que son el de Madzhare y los de las aldeas vecinas llegan a mancomunarse con el fin de crear algo constructivo, ello será, a ciencia cierta, beneficioso para todo el mundo”, resume Michele Crescentini.

Versión en español por Mijail Mijailov