Su vida se parece a una película o a una versión de Come, reza, ama en variante búlgara. La lección que se puede sacar uno es: cree en ti mismo y abraza la libertad porque el destino ama a los valientes. “Tal vez lo que he aprendido a través de los años es que uno debe dar una respuesta positiva a todo lo que le depare la vida”, dice Elena Krápcheva, una viajera, bloguera, financista, directora de cine y soñadora. Ella cuenta de sus vivencias en sus canales en YouTube en búlgaro y en inglés mostrando bellas imágenes de distintas partes del planeta.
Para Radio Bulgaria Elena enumeró sus recuerdos más vívidos de sus andanzas por el mundo.
“En Sri Lanka conocí al hijo del ministro del Interior del país durante los enfrentamientos con la organización Tigres Tamiles. Tuvimos que trasladarnos de un lugar a otro a bordo de coches blindados y puede conocer al país desde distintos puntos de vista. Viví en un templo en Tailandia, donde me familiaricé con la vida monacal. En Argentina bailé tango en uno de los clubes más interesantes donde conocí a famosos escritores, poetas y cantantes de ese país”.
La vida de Elena está repleta de vicisitudes. Nació en Sofía pero se crió en Francia, donde se graduó en la especialidad de Relaciones Internacionales y Diplomacia. Hizo su especialización en Australia. Después el destino le deparó trabajar en el ámbito de las finanzas y se instaló en Singapur.
Por motivos laborales comenzó a recorrer distintas partes de Asia, pero en un momento fundó empresa propia en los EE.UU. que operaba en el campo de las finanzas, que sufrió una quiebra posteriormente.
Elena, sin embargo, siguió viajando. Vivió uno de los momentos cruciales de su vida a bordo de un buque que viajaba rumbo a la Antártida:
“Me encaminé a la Antártida de manera casual, en el último minuto. Era miembro de la junta directiva de una organización que buscaba a una mujer que viajara al Continente Helado. Durante 14 días recorríamos el desierto helado al fin del mundo. A bordo del buque conocí a Mike, mi novio norteamericano. Encontré el amor de mi vida al fin del mundo. Ahora vivimos en Sofía, en uno de los barrios periféricos de la capital y a Mike esto le agrada muchísimo”, cuenta Elena.
En 2020 Elena y Mike viajaron a Tailandia, país en que estuvieron bloqueados a causa de la pandemia y tuvieron que quedarse allí durante un año y medio. “Durante nuestra estancia todos los hoteles habían declarado un descuento del 70 al 80 %. Estábamos solos en los lugares que visitábamos, no había otros turistas. Visitamos más de 25 islas tailandesas en algunas de las cuales vivimos durante más de un mes. Pudimos conocer al país como nunca antes”.
Cuando regresó a Bulgaria Elena disponía de más de 50 000 videos y fotos. Así se gestó la idea de crear el documental de 91 minutos titulado Asilo en Tailandia, bloqueados en el paraíso. El estreno en Sofía fue acogido con gran interés por el público búlgaro. “Lo que importa es dónde están las sus raíces de una persona”, dice Elena y agrega:
“He visitado más de cien países y siempre comparo Bulgaria con el resto del mundo. Bulgaria posee una naturaleza bellísima, tiene salida al mar, magníficos montes, ríos y lagos. En este país viven personas sumamente inteligentes. Ni hablar del potencial que Bulgaria desaprovecha. El país tiene mucho que dar al mundo, pero no lo hace y esto debe cambiar”, concluye diciendo Elena Krápcheva.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: archivo personal
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