El líder de GERB, Boiko Borisov, afirmó que con los precios actuales del gas natural, dentro de dos meses, todas las empresas de la industria pesada comenzarán a cerrar. Borisov hizo estas declaraciones en Dimitrovgrad, de donde llegó la noticia de que la única planta de fertilizantes en Bulgaria está parando el trabajo y despidiendo trabajadores debido al alto precio del combustible azul.

Borisov mencionó la industria química, farmacéutica, fundiciones, panaderías, industrias intensivas en energía y agregó: “No sé cómo manejar un estado de subsidios. No puedo manejar una máquina de movimiento perpetuo. El “cambio” mató a Bulgaria, pero la “tormenta perfecta” llegará el próximo año cuando nos destruyan por completo”.

Más tarde la líder del Partido Socialista Búlgaro y hasta hace poco la viceprimera ministra, Kornelia Ninova, acusó a Borisov de mentir. Según ella unos 28.000 jefes de empresas que funcionan con gas y más de 350.000 trabajadores ven salvación para sus fábricas y puestos de trabajo en la reanudación de los suministros por parte de Gazprom.

“Hace diez días tú anunció seis leyes que aprobarás en el próximo Parlamento, y la primera de ellas es una suspensión total de las relaciones con Gazprom y una diversificación de un 100 %. ¿No te da vergüenza burlarte de la difícil situación de las familias de la región?", escribió Kornelia Ninova en Facebook.