En 24 de noviembre la Iglesia Ortodoxa Búlgara venera la memoria de santa Catalina que vivió a finales del siglo III y principios del siglo IV. en la tradición popular de los búlgaros santa Catalina (Ekaterina o Katerina en búlgaro) es venerada como protectora de los niños. Se cree que los protege de varicela. 

Este día las madres que tienen hijos pequeños amasan una masa de harina. Una pequeña parte de ésta, untada con miel, se coloca en el umbral de la puerta o en el techo de la casa y es un regalo para la abuela Varicela a que le gusta comer dulces. Del resto de la masa de la harina se amasa una hogaza que también se unta con algo dulce. La hogaza está todavía caliente cuando cada uno de los habitantes de la casa toma un trozo de ésta con las palabras: “Que nos ayude santa Catalina”.