El monumento a Vasil Levski en Sofía, el lugar donde todo el pueblo homenajea al gran búlgaro

Cada año en los días alrededor del 19 de febrero el monumento a Vasil Levski en el centro de Sofía se colma de flores. Estadistas y ciudadanos de a pie, búlgaros que comparten las mismas convicciones homenajean solemnemente la vida y la obra del héroe nacional. Después los días se van y lo que queda es el monumento que físicamente nos recuerda de la valentía y del costo de la libertad del pueblo. Situado en el centro de una composición circular, en una de las encrucijadas más concurridas de la capital, el monumento es símbolo del sacrificio de una persona en aras de la patria.

“El monumento es un lugar donde todo el pueblo expresa su amor. Un lugar en el cual la gente expresa su amor y reconocimiento hacia el Apóstol de una manera muy espontánea. Es el primer monumento de un héroe búlgaro que fue construido tras una resolución en la Bulgaria libre”, cuenta para Radio Bulgaria el Dr. Iliya Mechkov, experto jefe en la dirección de Bienes Inmuebles Culturales en el Museo Regional de Historia de la capital.

La resolución de construir el monumento fue tomada el 6 de agosto de 1878 por el Consejo Municipal de Sofía que acababa de formarse solo cinco meses después de la firma del Tratado de Paz de San Stefano el 3 de marzo. Según los planes iniciales, el monumento tenía que ser erigido en 20 días en otoño, a pocos metros del lugar donde fue ahorcado Vasil Levski en 1873. En realidad, fueron necesarios más de 17 años y 75.000 de levas de oro, cuenta el Dr. Mechkov.

“El monumento fue erigido a base del proyecto del primer arquitecto urbano de Sofía, el checo Adolf Vaclav Kolar. El monumento fue erigido en la estilística del neoclasicismo, muy típica para Kolar. Es un típico obelisco que tiene sus raíces en la época romana, una forma característica para monumentos civiles y monumentos funerales de importantes personalidades.

La verdad es que, según las normas arquitectónicas típicas de aquel entonces, el monumento era extraño, porque la idea inicial de Kolar era que en el lugar de la pirámide en la parte superior del monumento hubiera una cruz ortodoxa rusa colocada sobre una media luna, como un símbolo del triunfo de Rusia sobre el Imperio Otomano.

En muchos lugares en Sofía hay símbolos de este tipo, por ejemplo, la Iglesia Rusa, pero por el peligro de un escándalo diplomático con Turquía, las autoridades urbanas rechazaron esta idea. Después fue propuesto, si había suficientes medios, elaborar una estatua de bronce en talla real de Vasil Levski que acabara el monumento, pero esto tampoco sucedió y tras muchas peripecias el monumento adquirió su aspecto actual.

Es una sólida estructura de dos partes, que tiene unos 13 metros de altura, elaborada de granito gris de la región búlgara de Boyana, pulida en algunas partes y en otras no. El monumento es solamente un metro inferior que el más grande monumento de Levski en la ciudad de Lovech, inaugurado en 1964. La parte principal de la columna es obra del cantero italiano Abramo Perucceli, y los ornamentos del checo Frantisec Novac.

El retrato de bronce del Apóstol realizado como un bajo relieve fue elaborado por el austriaco Rudolf von Weyr, entre cuyas obra está el monumento de Yohannes Brahms en Viena. Algunos de los trabajos del afamado escultor pueden ser vistos sobre todo en Viena.

“Se considera que la efigie de Levski es una de las mejores en la escultura búlgara en general, explica el Dr. Iliya Mechkov. Una copia de esta obra puede ser vista de cerca en el Museo Nacional de Historia en Sofía. Fue hecha a partir de dos fotografías auténticas de Levski que se consideran las mejores y las más fidedignas de su aspecto.

La falta de medios estatales a través de los años, cuando se desarrollaban intensos procesos de urbanización en la capital búlgara y la deficiente organización obstaculizaron la construcción del monumento en varias ocasiones. Penas en 1884 fue creada una comisión especial que retomó el trabajo sobre el monumento y éste fue acabado. La inauguración oficial solemne tuvo lugar el 22 de octubre de 1895. Una leyenda urbana reza que los restos mortales del Apóstol fueron trasladados y depositados en las bases del monumento.

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El Dr. Mechkov señala que, aparte del gran monumento que todos conocen, hay algunos más en Sofía que están vinculados con distintos momentos de la vida del Apóstol y su actividad referente a la creación de los comités revolucionarios en Sofía.

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Hay una placa conmemorativa al lado de la entrada de la Galería Nacional de Bellas Artes, hay un bajorelieve en la fachada del Palacio de Comunicaciones y un busto en la avenida de los insignes búlgaros en el Parque Borisova Gradina. “Los campos alrededor de Sofía, Sofía y las aldeas próximas a la capital recuerdan los pasos de Levski. Él dejo importantes huellas históricas y recuerdos en la memoria de las personas”, termina diciendo el historiador búlgaro.

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El monumento a Vasil Levski en Sofía, el lugar donde todo el pueblo homenajea al gran búlgaro

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La publicación ha sido realizada en el marco de un proyecto con el apoyo financiero del Ministerio de Cultura, en el marco del Programa Nacional de Conmemoración del 150 aniversario de la muerte de Vasil Levski.