Niños, padres y profesores de las escuelas búlgaras en el extranjero participaron en los talleres de elaboración de mártenizas para entrelazar hilos blancos y rojos esperando la llegada de la primavera. Cada año el 1 de marzo los búlgaros, independientemente del lugar donde estén, mantienen viva la tradición ancestral de colocar en la muñeca o en la solapa de amigos y familiares este símbolo multicolor del nuevo inicio.
Con buen humor, entusiasmo y fantasía los niños de la escuela búlgara en Milán elaboraron los tradicionales protagonistas de marzo Pizho y Penda, y muchos otros bellos amuletos de salud, contando la leyenda de la márteniza. “Como cada año volvimos a entrelazar hilos blancos y rojos creando así el hilo del amor. Volvimos a lucir mártenizas para estar sanos y tener buena suerte”, ha escrito en Facebook Guergana Hristova, creadora de la primera escuela búlgara en Milán.
El 26 de febrero en la ciudad italiana fue organizado un taller de mártenizas en el marco del Festival Primavera balcánica de blanco y rojo. Ya se ha convertido en una tradición la celebración conjunta de búlgaros, rumanos y moldavos de la llegada de la Primavera el 1 de marzo en la ciudad italiana y el intercambio de mártenizas.
Los alumnos menores de la Primera Escuela Búlgara Vasil Levski en Las Vegas, en EE.UU., también elaboraron mártenizas con la ayuda de sus padres y esperan con impaciencia la llegada de la Abuela Marta. Los niños búlgaros en Madrid también crearon imágenes de la Abuela Marta. Las ocupaciones de los niños de la escuela dominical Elin Pelin en la capital española fueron respaldadas por los universitarios y futuros profesores de la Universidad Santos Cirilo y Metodio, de Veliko Tarnovo, que llegaron a España para respaldar las clases de búlgaro e historia.
Por segundo año consecutivo en la escuela búlgara de Cracovia, en Polonia, los niños elaboran sus mártenizas por su cuenta. “Aparte de nuestros hijos llegaron los futuros alumnos, así como una familia polaca y todos elaboramos mártenizas. ¡Feliz Abuela Marta!”, han escrito desde la escuela en su página en Facebook.
He aquí las bellezas que elaboraron los menores búlgaros de la escuela búlgara Vasil Levski de Benidorm, Alfaz del Pi:
"La belleza de nuestra pequeña Bulgaria ya está aquí, en Nueva York. Mi sueño de una mesa repleta de mártenzas ya es una realidad. ¡Creo que juntos seguiremos manteniendo viva la tradición búlgara y la transmitiremos a nuestros hijos, nietos y bisnietos! Les deseo mucha salud, felicidad y amor, ha escrito una búlgara de Nueva York, que con mucho cariño elaboró mártenizas. Su nombre es Vanya y ya ha logrado alegrar a muchos búlgaros en EE.UU. con sus creaciones y con su “coche que transporta mártenizas”.
“Feliz Abuela Marta es el saludo que dirigimos el 1 de marzo en Bulgaria. “¡Sean como mártenizas, blancos y rojos, alegres y sanos durante todo el año!”, es lo que nos desea Diana Glasnova de Croacia. Es una costumbre búlgara fuente de esperanza, amor y tradiciones. Las mártenizas son símbolos de deseos de fuerte salud, fuerzas y una vida feliz. El blanco simboliza la pureza, la inocencia, la felicidad y la belleza y el rojo, simboliza la vida, la salud, el amor y la victoria”.
Versión al español de Hristina Táseva
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