El año es 1864, Pascua de Resurrección. El diácono Vasil Ivanov Kunchev se quita el hábito, se corta el pelo y abandona la vida en el monasterio para dedicarse a la lucha por la libertad de su pueblo. El 6 de mayo del mismo año, comenzó a trabajar como el primer profesor en la aldea de Voynyagovo, un pueblecito, en el monte Sredna Gora, a unos 10 kilómetros de su ciudad natal, Karlovo. Allí Vasil Levski impartió clases durante dos años, de mayo de 1864 a finales de marzo de 1866. Tenía 19 alumnos de entre 6 y 26 años. Les enseñaba a leer y a escribir, y, además, les instruía en amor por la patria, la libertad y la tolerancia hacia los demás.
El legado del Apóstol sigue vivo hasta hoy en día, por lo cual el espíritu y el tiempo, el suyo y el nuestro, se dan cita en la persistencia de una búlgara que decidió enseñar amor a la patria a los pequeños búlgaros que están a miles de kilómetros de la patria. Es Milena Vezenkova, una búlgara que encontró un futuro mejor para sí en Gran Bretaña hace más de 23 años. Allí conoció a su esposo, que también es búlgaro, creó una familia y dio a luz a sus hijos. En otoño de 2008 Milena tenía que decidir qué hacer con un recinto encima de una tienda que en aquel entonces su familia poseía en el este de Londres.
Tras varias conversaciones con los búlgaros del barrio, tomaron la decisión de hacer algo que no habían hecho hasta entonces: fundar una escuela búlgara en Barking, en el este de Londres. Renovaron el recinto, encontraron una buena profesora de lengua búlgara y sin vacilar escogieron el nombre: Escuela Búlgara "Vasil Levski". Cuatro meses después, el 18 de enero de 2009, la escuela dio oficialmente la bienvenida a sus primeros 20 pupilos.
“Comenzamos con muchas ganas, pero sin conocimientos y cosechamos éxito”, dice con orgullo Milena Vezenkova, en una entrevista para Radio Bulgaria. Hoy en la Escuela Búlgara de Londres se forman 500 menores búlgaros en 30 grupos del 1 al 12 grado y esto la convierte en la más importante escuela búlgara en Gran Bretaña.
En los últimos decenios el este de Londres se ha convertido en hogar para un gran número de emigrantes búlgaros y sus familias que desean que sus hijos conozcan la cultura y el idioma de sus padres. Milena ha señalado en varias ocasiones que se siente orgullosa por el hecho de que la educación búlgara en el extranjero es algo optativo y esto coloca las relaciones con los menores y con sus padres en una base muy distinta.
“La idea inicial era enseñar todo sobre Bulgaria a los menores búlgaros y mostrarles cómo expresarse y escribir correctamente en búlgaro. Con el tiempo nos convertimos en una escuela búlgara auténtica en la que ofrecemos excelente preparación y formación, sin perder la idea inicial: los excelentes conocimientos sobre Bulgaria. Por ejemplo, hablamos de Levski desde el primer día en la escuela. Si hace 14 años la mayoría de nuestros alumnos eran nacidos en Bulgaria y sabían quién es el Apóstol de la Libertad, habían escuchado historias sobre él, a estas alturas nuestros párvulos en la mayoría de los casos nacieron en Gran Bretaña y sus conocimientos sobre la historia y la cultura son diferentes. Vasil Levski es el primer nombre que aprenden”.
Más allá de los hechos y los sucesos históricos, las historias más interesantes para los niños tienen que ver con la imagen humana y la valentía del Diácono: cómo se disfrazaba para escapar de los soldados osmanlíes o cómo sucedió su captura cerca de la posada de Kakrina, dice Milena Vesenkova y agrega:
“Les hablo de la escuela en mi aldea natal, de los bancos que estaban llenos de arena en la que escribían los menores. Levski les cantaba canciones y paseaba con ellos en las aldeas vecinas. Todas estas historias son muy humanas. Desde luego les enseñamos los hechos históricos, pero para nosotros es importante aproximar su imagen al modo de entender y a las ideas de los niños actuales. Con nuestros alumnos hemos hecho todo lo que se puede hacer sobre el apóstol de la Libertad, hemos pintado su retrato, hemos hecho un modelo 3 D de su Casa-Museo en Karlovo, organizamos presentaciones. Este año hemos hecho una película con motivo del 150º aniversario de la muerte del Apóstol”.
A juicio de Milena Vezenkova, los emigrantes actuales son muy distintos de los que abandonaban Bulgaria hace años.
“Los métodos de trabajo que utilizamos hace 14 años e incluso hace 5 ya han caducado y no funcionan de una manera adecuada para el nivel de los conocimientos de los niños que acuden a la escuela. Para una gran parte de ellos el inglés es su idioma natal, ellos nacieron aquí y su modo de pensar es distinto.
Los menores ya no conciben Bulgaria como una patria porque no nacieron allí. Para ellos el país es un lugar donde pasan sus vacaciones y se reúnen con sus familiares. Para los pequeños Bulgaria es la patria de sus padres”.
Milena está a favor de una enseñanza más moderna y tecnológica en las escuelas búlgaras en el extranjero, con un mayor número de actividades prácticas, interactivas, teatro, música, artes, todo esto debe ser una parte indisoluble del proceso docente que acapare el interés de los “nuevos" niños búlgaros.
Sin el apoyo que tenemos por parte del Ministerio de Educación y Ciencia es muy difícil y en muchas ocasiones incluso imposible la apertura de tantas escuelas búlgaras en el extranjero. Tenemos el apoyo de Bulgaria y lo sentimos”.
La escuela búlgara Vasil Levski del este del Londres participó en la iniciativa de Radio Bulgaria Pensando en Levski con motivo del 150 aniversario de la muerte del Apóstol. ¡Les agradecemos las bellas fotografías y los videos, que nos han hecho partícipes en sus clases de patriotismo con los cuales cada menor construye su lazo con los héroes de la historia búlgara y con el más venerado de ellos, Vasil Levski!
Fotos cortesía de la Escuela Búlgara Vasil Levski (Londre)
Versión al español de Hristina Táseva
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