Existe un tramo de la historia en que Bulgaria tenía acceso a tres mares y su cultura gozaba de un florecimiento sin precedentes. Esta época ha revivido a través de la imaginación del hombre moderno y de su percepción del pasado. Hoy podemos embarcarnos en una aventura por el Medioevo Búlgaro gracias al Museo de las Figuras de Silicona de Veliko Tarnovo, y su colección de esculturas y frescos originales.
El Centro Multimedia "Tzarevgrad Tarnov" está situado al pie de la fortaleza de Tsarevets de Veliko Tarnovo y ofrece una exposición de persojanes y hechos históricos de la época del Segundo Imperio Búlgaro. Se trata de 65 figuras de silicona que representan escenas pictorescas y relatan la historia y la grandeza de los gobernantes de aquella época y su fuerza militar; del ascenso espiritual que promovieron los escribas recuperando los libros destruidos bajo el imperio bizantino; o del desarrollo de la pintura y la artesanía en Bulgaria.
"Las piezas expuestas se refieren al periodo del s.XII al s.XIV cuando Veliko Tarnovo se llamaba Tarnovgrad y era capital de Bulgaria", nos cuenta la guía turística Svetla Yordanova, "Los turistas podrán ver los canapés, los taburetes, el pan casero hecho por la ama de casa, con aquella harina de calidad mediocre que tenían en aquel entonces. Aquí se podrán encontrar también una reproducción de partes de las viviendas de los búlgaros pudientes de la época, o una reproducción de un altar - la pieza más sagrada de la iglesia "
Entre las escenas más llamativas se encuentran la de la batalla de Adrianópolis, en 1205, cuando el rey Kaloyán rapta al emperador latín Balduino de Flandes, o la de su coronación por el Cardenal León III, enviado por el Papa Inocencio. Destaca la sala del trono del rey búlgaro Iván Asen II, representado junto a su esposa, Irina Kómnina y el Patriarca búlgaro.
"Se puede observar asimismo cómo era una familia adinerada de Ktetor", comenta la guía Iva Róbova, "La escena en cuestión relata el momento de la donación para la construcción de una serie de iglesias y monasterios, seguido de una recreación del scriptorium - el lugar donde se escribían los libros en la época de la Edad Media Búlgara"
En otra escena, este museo nos transporta a una callejuela de artesanía donde vemos a un alfarero moldear una vasija de cerámica, a un herrero afilar una espada y un cantero construir una edificación de piedra.
La idea original de visualizar la vida de los diferentes estratos de la sociedad del Medioevo búlgaro fue concebida por el escultor Boris Borisov. Las figuras de este museo, único de estas características en el área de los Balcanes, se crearon con un tipo de silicona especial, empleado en las producciones cinematgráficas, que simula el aspecto de la piel humana. Para la creación de los ojos, son utilizadas prótesis oculares, y las cejas, pestañas, barbas y pelo, han sido tejidas pelo por pelo. Los ropajes y la munición fueron elaborados manualmente por el propio autor y un equipo de 20 personas.
Hace unos meses, a las 28 figuras expuestas fueron añadidas 37 nuevas. La primera escena de la extensión del museo representa la batalla de Klokótnitsa donde las tropas búlgaras vencen al gobernante de Epiro, Teodoro Comneno, capturándole junto a toda su familia.
Es devastadora la composición “El adiós al Patriarca Eutimio” donde un anciano, apoyado en su muleta, con su nieta al lado, se despide del clérigo.
“Esta es una escena trágica que representa la despedida del patriarca, a quien los turcos envían al exilio tras la caída de Veliko Tarnovo”, cuenta Boris Borisov, “Es recreado aquel momento en que la gente le pregunta: “¿En manos de quién nos dejas, obispo?”, a lo que él responde: “Os dejo en manos de la Santa Trinidad – ahora, y siempre”. Hay infinidad de artistas que han trabajado este tema. Nosotros hemos empeño en transmitir el dramatismo, la desesperación del momento y de las personas. Aún así, es importantísimo no pasarse con las gesticulaciones para que la escena no acabe resultando demasiado teatral – sino que se perciba la sutileza de los estados de ánimo”.
Y, ya que últimamente somos un tanto propensos a caer en estados de ánimo algo extremos, y convertir hechos y figuras del pasado en kitsch, el escultor lanza este mensaje: “Aquí el objetivo no tiene nada que ver con el patriotismo. Pero no debemos olvidar la gloriosa historia de nuestra ciudad”.
Autor: Diana Tsankova (basado en un reportaje de Zdravka Maslyanova, correspondente de BNR en Veliko Tarnovo)
Versión en español: Alena Markova
Fotos: BGNES, Zdravka MaslyankovaNo muy lejos de Lovech, entre los pueblos de Doyrentsi y Drenov, durante la construcción de la futura autopista del Hemus, fue descubierta una tumba santuario de siete mil años de antigüedad rodeada por un foso ritual. Su exploración comenzó hace dos..
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