Este verano, los hoteles búlgaros, las casas de huéspedes y los chalés de montaña gozan de gran interés turístico, sobre todo los fines de semana, cuando es casi imposible encontrar plazas libres, según demuestra una comprobación de Radio Bulgaria. Algunas bases están reservadas con antelación hasta el final de la temporada. Y ya que la demanda determina la oferta, los precios suben. Una noche para dos personas en una modesta casa de huéspedes en la montaña oscila entre 70 y 100 BGN de media, y la tendencia reciente es alquilar la casa entera por noche a precios a partir de 200 a 300 levas. En las estaciones de montaña existe una amplia gama de ofertas, cuyo precio depende de la categoría del hotel, la forma de comer, la presencia de una zona de spa, etc., pero también hay una seria subida de los precios.

"Ya sea Vitosha, Rila, Pirin o la Cordillera de los Balcanes, buscamos las alturas por encima de los 1400-1500 m. Allí el clima es más fresco y sombrío", afirma Peter Stoyanov, excursionista voluntario y copresidente de la Unión Búlgara de Montañismo. "Julio y agosto son meses estables, sin cambios bruscos en las condiciones meteorológicas, y son ideales para ascender a las altas montañas de Rila y Pirin, a sus picos y lagos, o a donde se nos antoje. Si planeamos nuestra ruta con cuidado y no sobrestimamos nuestras capacidades físicas, no deberíamos enfrentar ninguna montaña en Bulgaria que nos sorprenda. Pero es crucial prepararse adecuadamente con antelación".

Bulgaria cuenta con una densa red de rutas de senderismo que cubre la mayor parte de sus montañas. Podemos encontrar información actualizada sobre ellas en el sitio web creado por un grupo de aficionados. En un mapa interactivo, han cartografiado cerca del 70% de las rutas señalizadas, así como algunos senderos no señalizados.

"En Bulgaria tenemos la buena oportunidad de contar con refugios a menos de un día de caminata, lo que nos evita tener que pasar la noche en algún lugar salvaje entre dos refugios", explica Peter Stoyanov. "Tenemos una densidad suficiente de refugios en las rutas, a diferencia de otros países europeos. Nuestros antepasados, que construían refugios de forma voluntaria, consideraban beneficioso tener un refugio o cabaña a unas 6-8 horas de distancia. Por lo tanto, si no hay refugio, hay albergue. En los últimos 20-30 años se han construido varios refugios de emergencia en algunas de las rutas más transitadas, como entre Kalofer y el pico Botev (en la Cordillera de los Balcanes), donde se han edificado varios".

Así es, los holandeses, belgas, polacos, franceses y alemanes se encuentran entre los mayores aficionados al senderismo en Bulgaria. La mayoría de ellos son turistas individuales que organizan su propia estancia en las montañas búlgaras a través de Internet.

"Mis observaciones son que los extranjeros prestan mucha más atención y tiempo a su preparación. Estudian los mapas en papel que todavía son actuales, utilizan aplicaciones con imágenes por satélite, investigan cómo están las cosas y no tienen problemas para moverse por la montaña. Las principales rutas por las que vienen son las internacionales E3, E4 y E8, que son bien conocidas en Europa; hay suficiente información y aplicaciones en línea disponibles para ellas", dice Peter Stoyanov a modo de conclusión.

Versión al español de Borislav Todorov