El Patriarcado de Moscú nombrará pronto un nuevo abad de la Iglesia rusa en Sofía para sustituir al archimandrita Vasian, que fue expulsado del país por considerarlo las autoridades locales una amenaza para la seguridad nacional. Ésta es la respuesta a la carta que el patriarca búlgaro y metropolitano de Sofía Neofit envió al patriarca ruso Kirill. En su respuesta, el patriarca Kirill calificó la acción de las autoridades búlgaras al expulsar a los clérigos del templo ruso en Sofía acusados ​​de espionaje como un "acto hostil e injusto". En la carta, el patriarca de Moscú expresa su solidaridad con los habitantes de Sofía que no pueden visitar la iglesia rusa y rezar ante la tumba de San Serafín, que está enterrado allí. En la carta se solicita ayudar al nuevo jefe clérigo a su llegada a Sofía.

Para concluir, el patriarca Kirill expresa su confianza en que "las fuerzas políticas detrás de las cuales se encuentra el enemigo del género humano no lograrán destruir los antiguos vínculos de amor y fraternidad en Jesucristo, que son la base de la cooperación entre los Iglesias rusas y búlgaras".