La primera vuelta de las elecciones municipales estuvo marcada por dos cuestiones importantes. ¿La supresión del voto por máquinas en vísperas de la votación haría que los votantes se movilicen ante la sospecha de un intento de que alguien cambiara su voto en el últmo momento? ¿Se produciría un cambio de poder en las grandes ciudades y cómo afectaría esto a la distribución del poder a nivel nacional?
La jornada electoral comenzó con las esperanzas de los votantes.
Las expectativas de los habitantes de Vidin suenan de manera universal en toda Bulgaria :
"Que no haya drogas, que todo vaya bien, que tengamos un futuro mejor..."
"¡Deseamos una ciudad limpia, calles bonitas, parques infantiles y que no roben, señoras y señores!"
"Que haya trabajo para todos, porque nuestra ciudad está despoblada. Que el alcaldea sea honesto, sincero, inteligente, responsable, conciente, con valores... Y creativo".
Luego vinieron los políticos: unos para posar sonrientes ante las urnas y otros con serios mensajes sobre la votación en masa para reducir el impacto de las irregularidades electorales. Sin embargo, la participación electoral en las grandes ciudades fue bastante baja, en torno al 37% en la capital.
Tras el termino de la jornada electoral, politólogos, sociólogos y periodistas tomaron la palaba para que analizar el voto municipal, celebrado en circunstancias extraordinarias: un voto por máquina cancelado en el último momento.
"Hay cosas que destacar", afirma el analista político Parvan Simeonov, director ejecutivo de Gallup International Balkan. En primer lugar, una presentación muy sólida de Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática ante las expectativas. Sospecho que el efecto movilizador de la retirada de la máquina para votar funcionó. En segundo lugar, tal vez Renacimiento tenga que esperar unas nuevas elecciones para declararse segunda fuerza política. Y un dato más: en general, una presentación más débil del GERB en comparación con las expectativas.
Lyubomir Alamanov, experto en comunicación y campañas políticas, centra su análisis en la situación de Sofía. Según él, el líder convincente para la alcaldía tras la primera vuelta, Vasil Terziev, de "Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática," es una figura indiscutible, especialmente entre los jóvenes, los informáticos y aquellos que se dedican a las start-ups, y que no están tan ideologizados debido a sus antecedentes familiares relacionados con la Seguridad del Estado. Según el analista, todos ellos han visto a Terziev actuando, como una persona de éxito, ayudando a otros en su academia gratuita a llegar a ser buenos profesionales.
En cuanto al candidato del GERB, el periodista de televisión Anton Hekimyán, hasta ahora en tercer lugar, el mitologema "elijo a alguien muy famoso y las cosas suceden bien, no funciona así", prosigue Lyubomir Alamanov.
"Era un gran error, el candidato no estaba preparado y se notó", afirma él. Sin embargo, hubo una pequeña sorpresa en la primera vuelta: la campaña de Vanya Grigorova (segunda según el recuento paralelo de Gallup) fue muy exitosa y consiguió reunir votantes tanto del GERB como de Renacimiento, volviendo a los viejos raíces de la propaganda socialista. En definitiva, logró posicionarse como una especie de madre de la capital que cuidará de todos".
"Si ella pierde la sinceridad, lo perderá todo", afirma el analista político Andrei Raychev, observando el extraordinario éxito de Vanya Grigorova, que logró desplazar al GERB de la batalla por la capital, después de que el partido de Boyko Borisov estuviera al frente de la capital durante casi dos décadas. La candidata de la izquierda a la alcaldía de Sofía, Vanya Grigorova, sin embargo, es una cara nueva en la política (hasta ahora era experta sindicalista), y eso hace que el politólogo cuestione su capacidad para "cortejar" a dos electorados difíciles de ganar, el del GERB y el de Renacimiento, de los cuales depende el éxito en las urnas del 5 de noviembre.
Los alcaldes de los municipios son las personas por las que los búlgaros votan mayoritariamente. Sin embargo, la solución de los problemas de las localidades depende en gran medida de los Consejos Municipales, que determinan las normas. Por lo general, están formados por personas no muy conocidas que forman parte de las listas de los partidos, y su composición se decide en la primera vuelta de las elecciones municipales. Las elecciones del 29 de octubre conforman, por tanto, la composición de los consejos municipales que funcionarán durante los próximos cuatro años, independientemente del alcalde que salga elegido en la segunda vuelta. Esta es precisamente la razón por la que los analistas buscan un vínculo entre el voto de los ciudadanos, las posibles alianzas de los partidos en el terreno y su efecto en la "gran unión": el Gobierno entre el GERB-CDC y Continuamos con el cambio-Bulgaria Democrática.
"La gran unión decidirá cómo serán las uniones pequeñas", señala en una entrevista para Radio Nacional Andrey Raichev:
"Este Ejecutivo tiene una motivación geopolítica: no se debe a la situación en Bulgaria, sino a la situación en torno a Bulgaria. Los factores que la provocan y la mantienen son la guerra en Ucrania y, Dios no lo quiera, una expansión de la guerra en Oriente Próximo. Esto es importante para Bulgaria, ya que solo de esta manera podremos estabilizarnos internamente en un momento tan difícil. En este sentido, creo que no van a estropear la coalición, y si esto es así, no pueden permitirse grandes conflictos en las pequeñas."
"Este Gobierno no tiene malos objetivos, pero la cuestión es cómo se llevarán a cabo", dice Radio Sofía. "La reforma judicial no ha avanzado, la reforma de la Fiscalía tampoco se está ejecutando, y hay dudas de que la reforma constitucional, cuyo núcleo es la reforma judicial, quede paralizada. Sin embargo, lo ocurrido con Lukoil y la supresión del voto por máquina demuestran que Boyko Borisov y Delyan Peevski dictan la agenda del Gabinete y tienen cada vez más pretensiones de ocupar puestos en el poder. Dicho con palabras simples, en cualquier momento podrían retirar el apoyo al Gobierno, y la Asamblea se desmoronaría."
Mientras pensamos qué hacer en la segunda vuelta del próximo domingo, el Tribunal Supremo Administrativo tendrá que pronunciarse sobre la demanda del Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática contra la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de anular el voto por máquina en las elecciones locales. Es posible que las máquinas se devuelvan pronto, o de lo contrario, aumentará el descontento civil, insinuado por la protesta masiva ante la comisión electoral el sábado en defensa de cada voto.
Recopilado de Diana Tsankova (basado en entrevistas de Diana Yankulova del programa Horizonte y Lachezar Hristov de Radio Sofía)
Versión al español de Borislav Todorov
Fotos: BGNES, BTA, BNR
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