Rumen Radev ha defendido al presidente de la Agencia Nacional para la Seguridad Nacional, Plamen Tónchev. El primer ministro, Nikolay Dénkov, ha reclamado su destitución antes de la segunda vuelta de las elecciones municipales. La causa es una información de la Agencia Estatal para la Seguridad Nacional que provocó la cancelación del voto por máquina en la primera vuelta de las elecciones.

“Un poder es fuerte si acata la ley y no posicionándose por encima de ella. Escuché al primer ministro atentamente. En la Ley para la Agencia Estatal para la Seguridad Nacional están indicadas claramente las causas para destruir al presidente de la Agencia y entre ellas no está la falta de confianza por parte del primer ministro. La dimisión de Tonchev es reclamada por haber acatado la ley y no porque la haya infringido. Siguiendo esta lógica, el Gobierno debe dimitir inmediatamente ya que una enorme mayoría de los búlgaros no confía en él”, ha explicado Radev.