Coreógrafos y bailadores de talento crearon decenas de conjuntos folclóricos en Bulgaria a mediados del siglo pasado. El conjunto folclórico Pazardzhik, fundado en 1962, fue creado gracias a la idea de que en cada ciudad debe haber un grupo representativo que popularice el folclore local y reviva las tradiciones. Pasaron por sus filas decenas de músicos y bailadores de la ciudad o de sus alrededores. Hoy, a pesar de que muchos de ellos no se dedican profesionalmente a los bailes, en lo más profundo de sus almas se conserva el amor por los bailes búlgaros y los ritmos folclóricos. Un ejemplo del hecho de que en el folclore búlgaro hay una magia es la historia personal de Desislava Zlateva. Hace más de 15 años se sumó al conjunto Pazardzhik y participa en conciertos y giras por toda Bulgaria. Sin embargo, tuvo que abandonar su ciudad natal y trasladarse al extranjero. Independientemente del lugar en que vive, ella lleva consigo el amor por lo búlgaro y por los bailes de la región folclórica de Tracia.
En 2007 Desislava se asentó en Atenas y poco después fundó el grupo de folclore búlgaro Detelini (Tréboles). Cuando eligió el nombre en su mente sonaba la bella canción que dice: “Cuando encuentres un trébol con las cuatro hojas tan tentativas, tendrás el año más feliz y las cosas más deseadas por ti…”. Este es el mensaje con el cual el grupo folclórico de la capital griega recibe a su público que no consta solamente de búlgaros residentes en el extranjero.
El grupo Detelini guarda recuerdos de actuaciones inolvidables: participaciones en festivales internacionales, conciertos benéficos, eventos de la comunidad búlgara y actuaciones entre el público heleno. “No tenemos la ambición de ser como los conjuntos profesionales, nuestro deseo es tratar de conservar lo que crearon nuestros antepasados y lo que hemos aprendido para poder transmitirlo a nuestros hijos”, dice Desislava Zlateva para Radio Bulgaria:
“Los años en que existe nuestro grupo no son pocos y los retos que teníamos que superar eran muchos. La idea de crear un grupo se realizó después de la ayuda que recibí de una escuela búlgara en Atenas, cuyo patrono es Paisiy de Hilandar. Después tratamos de informar a los búlgaros de allí que se creaba un conjunto folclórico que no había existido hasta el momento. Recorrimos un camino muy espinoso, pero avanzábamos a pasos seguros y en estos momentos en la capital helena hay cuatro grupos folclóricos como este que se desarrollan muy bien y me siento orgullosa de todos mis colegas que trabajan en la difusión del folclore búlgaro. No hay una competencia entre los grupos, todo lo contrario: hay amistad y respeto mutuo”.
Los búlgaros en Atenas son unos 200 000 pero nadie sabe su número exacto porque hay compatriotas que residen ilegalmente, dice Desislava Zlateva. Las personas que participan en el grupo folclórico búlgaro tienen profesiones muy distintas: economistas, directores de escuelas, operadores turísticos, etc. Todos ellos dicen que cuando se ocupan del folclore búlgaro se sienten más despreocupados y más concienciados.
Le energía positiva del folclore da fuerza y fortalece los lazos entre los búlgaros en el extranjero, confirma Desislava Zlateva:
“El folclore nos une, pero acudimos también a la iglesia búlgara en Atenas. El padre responsable de la iglesia trabaja mucho para mantener unida la comunidad búlgara. Se trata del padre Stefan, una persona muy joven, muy amable, que trabaja para mantener los contactos con cada uno de nosotros y con las escuelas búlgaras, así como con los conjuntos de bailes porque éstas son las instituciones búlgaras allí. Estamos sumamente agradecidos por esta persona. En el día a día cada uno vive con sus compromisos y preocupaciones, pero el padre sabe cómo atraernos. Hace lo mismo la Embajada en Atenas. Se organizan eventos, todos están bienvenidos y de esta manera se mantiene el espíritu búlgaro entre las personas.
Sí, el hecho de que estamos lejos de nuestras raíces y de las familias en Bulgaria nos colma de nostalgia, pero todo lo que hacemos en las salas de bailes nos recuerda de nuestras raíces y nos une con la patria. Deseamos tomarnos de la mano y a través de los ritmos búlgaros poder sentirnos más cerca de Dios y de Bulgaria”.
Fotos: Facebook /Desislava ZlatevaVersión al español de Hristina Táseva
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