A la Virgen María se la suele denominar Madre de la Verdadera Vida que con sus oraciones salva las almas humanas de la muerte. Es la más querida y la más glorificada después de Dios y todos dirigen sus oraciones a ella. La Iglesia la venera el 15 de agosto, el día de su Dormición, cuando el Hijo de Dios llevó su alma al Reino de los Cielos. La Virgen María pasó a la vida eterna en su sueño, pero era incansable en sus oraciones por la Humanidad. El día de su Dormición se produjeron muchos milagros, se curaron enfermos, a los ciegos se les abrieron los ojos con solo tocar su lecho. Igual que el propio Salvador que resucitó en gloria al tercer día de su crucifixión, Él resucitó a su Madre. Los apóstoles establecieron la fiesta Dormición de la Virgen para homenajear este magno acontecimiento. 

“La Virgen María es una amada protectora de cada cristiano y de toda la humanidad”, dice en una entrevista especial para Radio Bulgaria el obispo Pahomio, primer vicario del metropolitano de Sofía. “Cada uno que se dirige a ella con oración y fe siente su protección, su ayuda y su caridad. De esta manera las personas veneran a la Virgen María porque ella llevaba en su útero al Hijo de Dios. Incluso personas de otras confesiones creen en la Virgen María y cuando recurren a ella en sus oraciones ella les responde. Ella escucha las oraciones no para satisfacer algunas necesidades materiales que tenemos, sino para abrir los ojos para que conozcamos al Verdadero Dios”.

“Es verdad, tenemos muchos ejemplos”, recuerda el obispo Pahomio. “Hemos sido testigos de los iconos milagreros, sobre todo de monasterios como el de Báchkovo, Troyan y Rila. Cuando las enfermeras búlgaras estaban detenidas durante largos años en Libia, reunimos los tres iconos y rezamos por ellas, entonces la Virgen María mostró su misericordia y las enfermeras después de muchos sufrimientos y dificultades regresaron a la patria. Para nosotros esto era un verdadero milagro y estábamos muy agradecidos por ello. Hasta hoy en día este suceso es un recuerdo muy entrañable pata todos nosotros." 

Cada icono de Dios, de la Virgen María, de los santos, de los ángeles es milagrero. Si nos responderán depende de nuestra fe y confianza en Dios, la Virgen María y los santos. Desde luego, hay iconos que han cobrado fama y que mediante las oraciones de los creyentes, de las personas que afrontan duros retos, han sido glorificados más. Por esto los creyentes recurren a ellos con gran amor y fe. Estos iconos poseen esta fuerza hasta hoy en día”.

En Bulgaria la fiesta de la Dormición de la Virgen es conocida como Gran Fiesta de la Virgen para expresar el profundo respeto y amor por la madre de Dios. Las dos semanas antes de la fiesta están dedicadas al ayuno y a la oración, mediante los cuales los creyentes tratan de elevar sus almas y aproximarse a Dios. 

“Es un periodo que nos ofrece su gracia, en que uno debe abstenerse de distintos alimentos, sobre todo debe orientar sus pensamientos a Dios y a la Virgen María. Debe reconsiderar su vida espiritual a la cual todos estamos llamados. Lo bueno es que en este periodo hay misas y determinadas oraciones que se ofician cada tarde en las iglesias y en los monasterios para que podamos dejar de lado lo cotidiano y elevar la mente al cielo. 

De nosotros depende hasta qué grado tendremos en la mente a Dios o a la Virgen, no solo durante este breve ayuno o solo durante la fiesta para que podamos pedir su ayuda siempre cuando la necesitamos”. 

Fotos: BGNES, Darina Grigórova, Archivo