El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, era copiloto de un caza F-16 conducido por un piloto italiano. El vuelo de demostración desde la base aérea Graf Ignatievo duró 40 minutos. "Volar con el F-16 me trajo de regreso a 2005, cuando con el general Tad Clark, entonces capitán, volamos a bordo de un caza de este tipo. Entonces yo era el comandante de la base aérea Graf Ignatievo, y la cooperación gradual comenzó después de nuestra admisión en la OTAN", dijo Radev. Recordó que gracias a la cooperación con los EE.UU. "Hemos dominado muchas tácticas, técnicas y procedimientos modernos, hemos dominado todas las capacidades del MiG-29 y nuestros pilotos ya no ceden desde el punto de vista de agilidad a sus colegas noramericanos". Radev expresó su confianza en que con la adquisición del F-16 Block 70 se eliminarán una serie de restricciones técnicas para la aviación búlgara. "Para poder utilizar todas las capacidades de este maravilloso avión tendremos que continuar la cooperación con los pilotos de la base aérea de Aviano", añadió Radev.