Santa Sofía, la iglesia que da el nombre actual de la capital búlgara, habitualmente queda en la sombra del templo catedralicio san Alejandro Nievski. Éste se yergue en el centro de la homónima plaza y con su fachada blanca, sus brillantes cúpulas revestidas en oro de un matiz verde, la bella arquitectura aérea desvía la atención de la iglesia de santa Sofía, construida con ladrillos rojos y acurrucada al lado de la plaza. Sin embargo, los dos edificios son símbolos de la capital búlgara y el 17 de septiembre celebran la Fiesta de Sofía. En este día la iglesia ortodoxa venera la memoria de las santas mártires Fe, Esperanza y Caridad y de su madre Sofía, y desde 1992, tras una resolución del Consejo Municipal de Sofía, se celebra como Día de Sofía.
“Los turistas extranjeros que llegan a la capital por primera vez quedan más impresionados por la catedral san Alejandro Nievski de Sofía, el edificio del Antiguo Baño Central de aguas termales y el Teatro Nacional”, dice Nikola, uno de los guías del recorrido gratuito de Sofía Free Sofia Tour, para Radio Bulgaria.
A Jay de Londres, por ejemplo, le ha impresionado más la mezquita, la sinagoga y la iglesia santa Nedelia, sobre todo después del relato lleno de dramatismo del guía Yoan sobre el atentado comunista en la iglesia en 1925. El británico visita Sofía por segunda vez.
“Cuando llegué no sabía casi nada, un colega mío me contó de Bulgaria. Me gusta viajar y por esto decidí venir”.
Le gustó y decidió repetir la experiencia. De momento su ciudad favorita es Plovdiv.
Alucia de Bratislava ha aprovechado un viaje por motivos laborales para quedarse el fin de semana y ver la capital. Está aquí por primera vez, pero sus impresiones de la capital de momento se limitan a una de las tiendas de suvenires de las cuales compró productos que contienen rosa oleaginosa.
“Sofía tiene tanto tradiciones como bella arquitectura, los edificios me gustan mucho, en ellos hay historia. La comida es magnífica. Me recuerda un poco de Sarajevo. Sofía es una ciudad bella con mucha cultura. ¡Es magnífica!”, dice Martina.
Para una pareja de norteamericanos la capital es sorprendentemente moderna: “La ciudad es más modera de lo que esperaba. Creía que la arquitectura era más antigua”, dice Britany de California.
Britany y David son un matrimonio joven que ha decidido visitar Sofía durante su luna de miel. Sin una preparación previa y sin saber nada sobre Bulgaria. Están aquí por una razón: el concierto de Andrea Bocelli. “Llegamos la noche anterior y no hemos visto casi nada de Sofía, estábamos en Roma y en Florencia y ahora estamos aquí”.
A Alexander, de Alemania, le ha alegrado la estatua del zar Sanuil en proximidad a santa Sofía, sobre todo después de haber conocido la historia de los ojos que brillan y el nombre popular de la estatua que es el Vampiro. Él igual que el resto de los turistas del grupo no sabía mucho sobre Sofía antes de su viaje.
“Sabía que Bulgaria es un ex estado comunista y durante la Segunda Guerra Mundial estaba del lado de Alemania. No tenía idea de la situación actual en Bulgaria y en la capital”.
El recorrido turístico de Free Sofía Tour termina lógicamente frente a la basílica santa Sofía desde donde se abre una vista hacia el templo catedralicio san Alejandro Nievski. La mayoría de los turistas se dirigen a la catedral para tomarse fotos.
“En el 99% de los casos las personas quedan gratamente sorprendidos por Sofía, en general no tienen ningunas expectativas y se van de la ciudad con impresiones muy agradables”, resume Nikola. “Para mí ésta es la mejor profesión ya que somos un tipo de embajadores de nuestro país. Aparte de todo lo demás, nos reunimos con personas del mundo entero y esto nos enriquece muchísimo como personas”.
Fotos: Eizabet Radkova, Ani Petrova-BNR, Vladimir Petkov, Free Sofía Tour, Facebook/5MinutiSofiaVersión al español de Hristina Táseva
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