El arte de la talla en madera se ha estado desarrollando durante siglos en tierras búlgaras. Cuando mayor importancia llegó a cobrar, fue en la época del Renacimiento búlgaro (siglos XVIII-XIX) cuando los elementos de madera tallada pasaron a formar parte de la decoración en las casas renacentistas búlgaras, entretejiendo complejas composiciones arquitectónicas, iconostasios u objetos decorativos. En este período se establecieron las principales escuelas de talla de madera en Bulgaria: la de Debar, la de Bansko, la de Tryavna y la de Kalofer.

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La decoración de madera tallada en los hogares renacentistas búlgaros era una forma de medir el estatus social del propietario de la casa. Así fue como aparecieron las casas de Plovdiv, Koprivshtitsa o Tryavna, que pasaron de ser propiedades privadas a convertirse en museos de arte donde hoy en día pueden observarse auténticas obras maestras de talla en madera, creadas por los antiguos maestros talladores. Este oficio también está representado en el museo al aire libre “Etar”, muy visitado durante todo el año.

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Según los investigadores de los oficios, la talla en madera comenzó a desarrollarse en tierras búlgaras en la época del Segundo Imperio Búlgaro (1185-1396) y representaba la búsqueda de perfección y el deseo de los búlgaros de darle un nuevo sentido estético y simbólico a sus vidas. Hoy vamos a comprobar que este antiguo oficio continúa desempeñándose en la actualidad: entramos en el taller de Hristo Soychev. Es un taller de figuritas y souvenir de madera, que se encuentra en la parte central del callejón de la artesanía de Veliko Tarnovo, conocido como “Samovodska Charshiya”, y no tiene pérdida porque las figuritas de madera literalmente desbordan el pequeño puesto.

Para Hristo Stoychev la elaboración de souvenir de madera no es simplemente un trabajo, sino una forma de mostrar sus habilidades y alegrar a la persona que vaya a llevarse a su hogar un recuerdo de esta antigua ciudad búlgara. La gente se suele parar a mirar cómo un simple trozo de madera se transforma en la pequeña figura de un animal o en una figura humana. “Se necesita imaginación pero también mucha paciencia”, explica Hristo Stoychev a los curiosos.

“Yo lo aprendí todo de mi padre”, continúa Hristo. “De él aprendo todas las particularidades del oficio y todo lo que necesito. Lo más importante en este trabajo es tener paciencia. Para poder crear a partir de un trozo de madera una figurita…puede ser un burrito, un gatito, un leoncito…Todas las piezas que creamos los artesanos son como hijos nuestros, como diría mi padre. Porque hemos invertido nuestro esfuerzo y cuidado en ellos, y han sido creadas con mucho amor. Mi padre sigue viniendo al taller, a trabajar conmigo y, desde hace un año, también viene a ayudarme mi hijo, que terminó los estudios y ya está aprendiendo a tallar. Espero que él herede todo esto y se quede aquí, en el taller de tallado ‘Stoychevi’". 

"Nosotros no tenemos tienda online, la gente puede encontrarnos sólo aquí, y aquí puede ver todo el proceso de elaboración de una pieza de madera. No usamos máquinas, todo se hace enteramente a mano, con las herramientas tradicionales para trabajar la madera: gubias, cinceles, cuchillo de tallar... También utilizamos una técnica muy antigua para teñir adicionalmente la madera. Primero usamos un pirograbador, un aparato que quema la superficie de la madera de la forma que buscamos, y después aplicamos encima tintes de madera a base de agua. Es una técnica de teñido respetuosa con el medio ambiente, por lo que las figuras de madera que elaboramos también pueden servir como juguetes para niños".

En el taller de Hristo Stoychev acaban de entrar unos turistas que llegan desde lejos. Nos enteramos de que vienen de Estados Unidos. Se han fijado en los souvenir que representan la fortaleza de Tsarevets, con los colores y los símbolos de la antigua ciudad de Veliko Tarnovo. Los visitantes están impresionados de la destreza con que se han elaborado las piezas, algo que es cada vez menos habitual en las tiendas de souvenir. Ellos han quedado maravillados por la arquitectura de la ciudad y por eso quieren llevar de vuelta consigo un pedacito de este lugar, que les recuerde a Bulgaria. Le piden a Hristo que escriba con el pirograbador el nombre del país y el año en que lo visitaron. Mientras lo hace, él les explica que la madera que ha usado para elaborar estos souvenir, es madera de tilo búlgaro, lo cual los hace aún más particulares. Hristo cuenta que por el taller pasan muchos viajeros de Estados Unidos, algo nuevo para él y también para la ciudad.

Le pregunto entonces a Mark, uno de los turistas que entraron, ¿qué es lo que más llama la atención a los estadounidenses que visitan por primera vez Bulgaria?

“Descubrimos una enorme diferencia entre Bulgaria y Estados Unidos. En Bulgaria hay una historia milenaria, y la nuestra es de tan sólo 300 años. Venimos con amigos nuestros de Plovdiv - su ciudad tiene una historia de miles de años. En 10 días hemos recorrido los principales lugares de Bulgaria. Empezamos en Sofía, después fuimos a Plovdiv, llegamos al mar Negro, estuvimos en Nesebar y ahora, Veliko Tarnovo. Lo que me impresiona mucho es cómo aquí la cultura se mezcla con la historia, cómo los siglos de historia se funden con la actualidad. Las tradiciones aquí se cuidan y eso es fascinante. Subimos también al pico Shipka. Nos ha asombrado la historia que tenéis y que conserváis mediante vuestros monumentos. Me encanta la historia”. Así nos lo cuenta Mark, del estado de Michigan, que está conociendo Bulgaria junto a su esposa, sus dos hijas, su yerno búlgaro y sus padres, y que declara sin dudar: “Venimos por primera vez a Bulgaria, y nos ha encantado todo el país” .

Autor: Gergana Mancheva

Versión en español: Alena Markova

Fotos: Gergana Mancheva, Hristo Stoychev/archivo personal

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