“¿Dónde está mi hogar? Esta es una pregunta cuya respuesta parece lógica: “Allí donde nací”. Sin embargo, la vida de cada uno de nosotros puede hacernos sentirnos “en casa” en distintos puntos del mundo. Este es el caso del pianista Milen Kirov quien lleva ya 25 años repletos de intensa actividad artística y múltiples conciertos, y quien separa su tiempo entre Los Ángeles, Sofía y Plovdiv.
Nació en la familia del compositor y profesor de gadulka Todor Kirov con quien a través de los años tenía participaciones conjuntas. Creció con gran interés en el folclore, comenzó a tomar clases de piano y acompañaba a su madre, la cantante folclórica Velichka Minkova. Cierto tiempo tomaba clases de gadulka, pero el piano es el instrumento que domina su vida. Cuando tenía 10-11 años de edad, junto con amigos suyos, descubrió la magia del jazz y su padre le regaló el primer sintetizador Yamaha. Años después, y en la actualidad, Milen Kirov es cara de la compañía mundialmente conocida. Cuando era quinceañero el músico descubrió lazos entre el folclore búlgaro y el jazz norteamericano:
“Noté que la tradición musical búlgara y la norteamericana se basan en dos elementos: el primero es la improvisación, la libertad del pensamiento y la aportación personal a la interpretación musical, el otro es el ritmo. Naturalmente los ritmos impartes son distintos y típicos para la música búlgara, pero de una manera similar, el ritmo es un elemento de primer orden en la música norteamericana tradicional que viene de la cultura americana y africana. Por esto combino estas tradiciones que, a mi juicio, encajan y hacen una mezcla que suena de manera muy natural en mis oídos”, cuenta Milen Kirov para Radio Bulgaria. Se trasladó a EEUU cuando tenía 18 años de edad y el primer lugar donde fue era Las Vegas. Comenzó a desempeñarse como pianista clásico, pero se interesaba también en el jazz, la música pop y el rock.
“Cuando llegué a Las Vegas, un amigo mío que vivía allí y que se iba a una gira me propuso sustituirlo como pianista en una iglesia baptista. Aparte de la banda, la iglesia tenía su propio coro integrado por casi 100 personas y unos 3000 asientos. Se organizaban varios servicios religiosos al día y esto era una gran lección para mí y una posibilidad de tocar con excelentes músicos a quienes les caí muy bien”.
Milen quedó en la iglesia medio año y el brusco salto que tenía que hacer de la música clásica a la música góspel, no era tan difícil para él:
“La música góspel es uno de los pilares del jazz, el RnB y la música soul, pero desde que tenía 12 años de edad, escribía la notación de distintas melodías y solos, recordaba canciones de intérpretes de jazz y soul y gracias a esto en cierta medida estaba preparado. Nunca he tratado de dividir los estilos musicales y esto se siente en mi producción actual, de la cual es parte la música clásica”.
A pesar de que en EEUU viven y trabajan muchos pianistas clásicos búlgaros, muchas veces discrepan en sus ideas de cómo desean que suenen sus interpretaciones conjuntas. Durante largos años Milen Kirov tocaba con su hermano en la orquesta Meze (Tapas) que fundó.
“La orquesta Meze fue fundada como un conjunto de estudiantes en 2010. Provocó gran interés. Unas 30 personas se mostraron interesadas en participar, elegí 14, y comencé a componer música original para la formación y hacer arreglos de canciones folclóricas búlgaras y balcánicas. Decidí organizar un concierto en un club donde vinieron personas que no habían oído algo similar”.
La participación era exitosa y provocó a Milen que hiciera otros cambios en el conjunto. Seleccionó a los mejores músicos búlgaros, añadió otras personas y fundó un grupo que interpreta música norteamericana y balcánica. Su estilo recibió la colorida denominación “funck rural” ya que las dos tradiciones musicales vienen del pueblo. En la patria Milen toca con amigos suyos de Plovdiv a quienes conoce desde hace años: el saxofonista Dimitar Liolev, Nacho Gospodinov en la batería y el bajista Alexander Lekov. En otro conjunto toca con Kristian Zhelev en la batería y el bajista Daniele Febo. Tiene álbum un álbum en solitario titulado Spatium.
En su tiempo libre le gusta practicar distintos deportes de verano y de invierno. Le encanta el arte culinario y le gusta experimentar con sabores, igual que lo hace con los ritmos musicales.
Fotos:milenkirov.net, archivo personal de Milen Kirov
Traducido y publicado por Hristina Táseva
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