Plamen Kartalov, director de la ópera nacional, dice al respecto: “Nuestro deseo es mantener vivo el recuerdo de Guena, de su arte y sobre todo de su voz que dejaba maravillados a los melómanos. Su brillante carrera comenzó en el escenario de la Ópera de Sofía. Siendo aún estudiante de tercer año, Guena Dimitrova debutó en el papel de Abigaile, de Nabuco, de Verdi, que es una de las partes para soprano más difíciles. Eso ocurría en Navidad de 1967. Y en 1970 con este mismo papel Guena Dimitrova ponía de pie toda la sala de la Ópera de Sofía y el jurado le confería la Medalla de Oro del Concurso Internacional para Jóvenes Cantantes Líricos. Nuestro teatro dedicará todo el mes de mayo a esta destacada cantante búlgara. Además de los siete espectáculos, haremos una exposición “Guena Dimitrova, la desconocida”. El programa incluye también proyecciones de películas. Hemos comenzado asimismo otra iniciativa: nuestros solistas entran en las escuelas búlgaras, en las clases de música y presentan en vivo ante los alumnos fragmentos de la ópera Norma, preparando de este modo al público joven para su encuentro con el arte operístico”.
Guena Dimitrova nació el 6 de mayo de 1941. A los 20 años ingresó en la Academia de Música donde tuvo un excelente pedagogo vocal, Hristo Brambarov. A comienzos de los años 80 del siglo pasado ya debutaba en los mejores teatros del mundo entero: en la Scala de Milán, en la Covent Garden, en la Ópera Nacional de París, en la Metropolitan de Nueva York, en la ópera de Viena... Se ha merecido un gran número de distinciones, entre ellas el Gran Premio al nombre de Giacomo Puccini. “Tuve la suerte en esta vida de escuchar una voz que se merecen solo los dioses”, exclamó una vez Herbert von Karajan, refiriéndose al arte de Guena. No obstante los grandes éxitos cosechados en el mundo entero, la cantante conservó hasta su último día su cordialidad y naturalidad. Hace diez años, en el concierto con motivo de su 60 aniversario en Sofía, Guena entregó simbólicamente sus papeles más importantes a sus discípulos y colegas jóvenes junto con el consejo de que la carrera se edifica trabajando mucho y constantemente y que uno tiene que marchar siempre con la mirada puesta en el futuro. Guena Dimitrova decía que su momento estelar llegó cuando tenía 42 años y abrió la temporada de La Scala de Milán presentando el papel de la princesa Turandot de la ópera homónima de Puccini en una escenificación de Franco Zeffirelli. Un día después del estreno la prensa italiana escribía: “La nueva reina de La Scala es una búlgara. La reina anterior fue María Calas, la actual es Guena Dimitrova”. El 70 aniversario de la soprano será conmemorado no sólo en Sofía, sino también en Roma y Milán. Ella abandonó este mundo en 2005, pero el público no ha olvidado a los personajes que ella recreaba, además los registros sonoros han conservado parte de su talento y voz fenomenal.
Sofía acoge la undécima edición del Festival de Música Europea, organizado por la agencia Cantus Firmus con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Sofía. Hasta el 2 de julio en Sofía, Plovdiv y Varna serán ofrecidos más de 15 conciertos. Este año el foro fue inaugurado por el destacadísimo grupo búlgaro de baile moderno Arabesco y el estreno de su nuevo espectáculo basado en la música de Richard Strauss y poemas de Nietzsche. Su directora es Mila Ískrenova, pedagogo y coreógrafo desde hace 10 años de este famoso grupo de baile búlgaro. Los melómanos búlgaros ya han podido escuchar al violinista Glenn Dikterov, primer violín de la Filarmónica de Nueva York, como solista de la orquesta de cámara búlgara Classic FM Mtel. Pronto tendrán el placer de escuchar asimismo a otra maestra del violín, Midori, de Japón. Entre los virtuosos búlgaros del violín veremos de nuevo en Bulgaria a Mila Georgieva, considerada hace años como un niño prodigio y que luego hizo una espectacular carrera internacional. Tampoco podemos dejar de mencionar al dúo formado por Vesko Panteleev Eshkenazi, violín, y Liudmil Angelov, piano, dos brillantes solistas que tocan juntos desde 1995 y han grabado ya 2 discos compactos.
En el marco del mismo festival tendremos igualmente la oportunidad de escuchar al conjunto de cámara italiano Tutti Soli que presentará un repertorio de obras del Barroco. Su programa se titula El divino Claudio y está dedicado a Claudio Monteverde. Los músicos aparecerán en el escenario vestidos de trajes de la época de Monteverdi.
Otro acento de la cartelera que atrae la atención es el concierto del Coro de Cámara Femenino de Sofía que lleva el nombre del gran director coral búlgaro Vasil Arnaudov. Este coro, que en 2011 conmemora el 45 aniversario de su creación, es uno de los conjuntos corales más destacados del país que se ha ganado un enorme número de premios y distinciones internacionales. Hoy trabaja con la directora Teodora Pavlovich.
La cartelera del Festival de Música Europea abarca este año también el concierto del trío Rosenberg, cuya música se inspira en el arte jazzista de un famoso músico gitano: Django Reinhardt. Los aficionados al tango también tendrán su fiesta: el concierto del conjunto servio Beltango, de Belgrado con parejas de baile de Hungría y Bulgaria.
En 2011 se cumplen 130 años de la muerte del gran compositor ruso Modest Musorgski. La Filarmónica de Sofía dedicará un concierto especial a este aniversario para el que contará con dos invitados de Rusia: el director Yuri Simeonov y el violonchelista Sergei Roldugin. La XI edición del Festival de Música Europea terminará con los conciertos en Sofía, Plovdiv y Varna de la Orquesta Sinfónica Juvenil Pacific, dirigida por un músico búlgaro de carrera internacional Maxim Eshkenasi.
Versión en español por Katia Dimánova