La magia de la cerámica

La alfarería es uno de los oficios más antiguos del mundo. Los recipientes de arcilla son conocidos desde la Edad de Piedra tardía. En los Balcanes era el período del año 6000 al 4000 a.C., que se caracterizaba por la transición a un modo de vida sedentario.
La tecnología para la producción de cerámica era familiar para los antiguos pueblos balcánicos. Los artículos de arcilla servían en los rituales de boda y los ritos funerarios; satisfacían, asimismo, las necesidades diarias del hogar. Los tracios, que poblaban también las tierras búlgaras, dejaron la elaboración manual de cerámica ya en los siglos VII a VI a.C., cuando empezaron a utilizar el torno. Debido a las relaciones comerciales y culturales activas con la Antigua Grecia, en las obras de alfarería tracias se nota la influencia de los maestros helénicos. Con la migración de los eslavos y los protobúlgaros a los Balcanes, la cerámica tracia se volvió más variada y a finales del siglo IX e inicios del X se pusieron las bases de la escuela búlgara en este terreno.

Casi dos siglos después de la creación del Estado Búlgaro, los alfareros en la entonces capital del país, Preslav, cobraron gran fama por sus cerámicas decorativas. Sus productos impresionan con la técnica y el estilo artístico y se encuentran entre las mejores muestras de cerámica medievales. Durante los siglos XII al XIV, el arte cerámico en Bulgaria se desarrolló con una intensidad aún mayor. Se caracteriza por la representación de elementos vegetales con formas geométricas en tanto que los elementos animales y figuras humanas son menos comunes. Los colores predominantes son el verde y los distintos matices del amarillo y el marrón. A pesar de que en los primeros siglos del dominio otomano hubo una disminución significativa en la fabricación de cerámica en las tierras búlgaras, en el siglo XVII la producción poco a poco fue recuperándose y desarrollándose. En 1911 fue inaugurada la escuela de cerámica de la ciudad de Troyán, en el centro de Bulgaria, hoy Escuela Media Nacional de Artes Aplicadas.

Su director, el Dr. Ilián Ilíev, cuenta cómo la escuela desarrolla las tradiciones nacionales en el arte de la alfarería: La ventaja de las escuelas de este tipo es que no preparamos a los niños única y exclusivamente para ser admitidos en centros universitarios. Por supuesto, muchos de nuestros discípulos, al graduarse, continúan sus estudios en las universidades de las artes u otros establecimientos de enseñanza superior. Sin embargo, después de obtener su diploma, ellos pueden dedicarse a trabajar profesionalmente. A lo largo de cinco años de instrucción, acumulan suficientes conocimientos teóricos y experiencia práctica para poder realizar inmediatamente su potencial artístico. Es una opción que tienen especialmente los estudiantes de cerámica tradicional, que incluso ahora, en estos tiempos de crisis, logran comercializar con éxito sus productos, abren sus propias fábricas y contratan trabajadores. Nuestros alumnos egresados de la carrera de diseño gráfico también reciben toda la preparación necesaria para empezar a trabajar de inmediato en cualquier estudio gráfico o de diseño.
© Foto: BGNES

En Bulgaria la especialidad cerámica, a nivel de educación secundaria, sólo se estudia en la Escuela Media de Artes Aplicadas, en Troyán. La ciudad es rica en yacimientos de arcilla, necesaria para la fabricación de artículos de alfarería. Para su elaboración se usa torno de rueda de madera, accionado con el pie, luego las vasijas se hornean en hornos especiales. La decoración depende de la función y la forma del recipiente. La cerámica más común es la que se utiliza en la vida cotidiana como, por ejemplo, los platos, vasos, cuencos, cazuelas, ollas y jarrones, entre otros.

Es más sencilla y pragmática en comparación, digamos, con la conocida cerámica del Segundo Imperio Búlgaro de la que sólo comían el zar y los boyardos (la antigua nobleza búlgara) – explica el Dr. Ilíev –. No obstante, precisamente esta cerámica con ornamentación sencilla es la que refleja la percepción mental del oficio del búlgaro de a pie. Tradicional para ella es el dibujo en forma de gota, característico para la zona de Troyán, que es utilizado ampliamente; lo vemos incluso en los pequeños comercios que venden baratijas.

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Muestras en el Museo de Artesanías y Artes Populares Aplicadas de Troyán

En casi todos los hogares búlgaros hay vasijas de arcilla para cocinar y almacenar alimentos que aportan calidez y confort a la casa. Los establecimientos que recrean el ambiente y la cocina tradicionales búlgaros habitualmente sirven los platos y las bebidas en colorida cerámica pintada de Troyán. Sin embargo, es errónea la noción generalizada de que los productos de arcilla circulan sólo de los talleres de alfarería hasta el mercado de recuerdos y la mesa. La cerámica es un arte como la escultura y la pintura. Los artistas que trabajan en esta esfera crean obras sumamente diversas.

En mayo, el Centro Nacional de Exposiciones de Arte Contemporáneo presentó una exposición con motivo del centenario de la Escuela Media Nacional de Artes Aplicadas de Troyán

Nosotros participamos en plenairismos, como también en reuniones y exposiciones a nivel nacional e internacional – continúa el director de la Escuela Media Nacional de Artes Aplicadas de Troyán –. Mantenemos buenas relaciones, por ejemplo, con Francia. Este año esperamos a colegas nuestros de Grecia, quienes expresaron deseo de visitarnos tras el éxito de nuestra exposición en la ciudad de Patras el año pasado. Posiblemente nuestra escuela les devuelva la visita la próxima primavera. El arte tiene la ventaja de ser universal, de trascender las fronteras nacionales sin recurrir a las palabras. Lo importante es que los mensajes de los artistas noveles, o de los consagrados como nosotros, sean lo suficientemente fuertes para tocar el corazón de la gente a que van dirigidos.
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En la escuela reciben formación niños de todo el país. Según el director, el interés por la alfarería nunca se ha extinguido. Aquí vienen a estudiar niñas y niños de 14 años de edad, adolescentes con inspiración que difícilmente encajan en el molde de los colegios ordinarios – explica el Dr. Iliev –. En nuestro instituto encuentran un buen ambiente para desarrollar su personalidad.

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Reconstrucción de un taller de alfarería tradicional - Museo de Artesanías y Artes Populares Aplicadas de Troyán

Además de en los talleres de alfarería, dispersos en varias villas del país como Troyán, Gábrovo, Aytos, Varna y Búsintzi, entre otros, los artesanos del barro hacen gala de su talento en diversos eventos culturales. Cada año, en el Complejo Arquitectónico - etnográfico “Etar”, en Gábrovo, en el centro de Bulgaria, se celebra la Feria Internacional de Artesanía Tradicional en la que los alfareros y artesanos de otros oficios no sólo presentan sus productos sino también muestran técnicas auténticas para su elaboración.

Versión en español por Daniela Radíchkova

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