Asumamos el viaje en el extranjero como una inversión y no tanto como lujo, incita la agencia de turismo británica virtual Expedia. En 2013, Expedia lanzó exitosamente su campaña Haz tu viaje Interesante, en la cual a Bulgaria le fue conferido un papel especial. La elección de los redactores de la página web no es casual. 

El objetivo de la campaña fue mostrar que los viajes hacen nuestra vida más variada y amplían la cultura general. Por esto, el acento fue colocado precisamente sobre los pormenores curiosos que aprendemos mientras viajamos en el extranjero. Como un ejemplo de un destino turístico interesante se señala a Bulgaria. En el vídeo de publicidad, un funcionario británico desesperado exclama: “¿Saben Uds. que los búlgaros mueven la cabeza de arriba para abajo para decir “sí” y de derecha a izquierda para decir “no”. El motivo de su descontento es que ya no es el favorito del jefe. Lo desplazó un colega que regresó de vacaciones en Bulgaria y le trajo una taza con la bandera búlgara. El protagonista del vídeo observa cómo el adulador no deja de hacer reír al jefe con anécdotas de sus vivencias en Bulgaria. La conclusión es clara: viaja para aprender algo nuevo y para estar siempre al tanto de lo que pasa.

Bulgaria está llena de sorpresas no solo para los viajeros acostumbrados a la vida cómoda, sino para nosotros mismos. No es de extrañar que los autores de la campaña hayan optado precisamente por nuestro país. Hay un sinnúmero de oportunidades de viajar de modo interesante y después impresionar a los demás con relatos interesantes de las vacaciones insólitas. La condición es estar cerca de la naturaleza y las personas.

Al turista curioso le recomendamos que viaje en el ferrocarril de vía estrecha desde Septemvri hasta Dobrinishte, que atraviesa tres montañas: los Ródopes, Rila y Pirin. La distancia entre los dos puntos finales es de apenas 125 kilómetros pero el viaje dura no menos de 5 horas. El pequeño tren circula por puentes de hierro, hace escala en cada pueblo, serpentea entre grutas para entrar en túneles claustrofóbicos en los cuales a uno le parece que nunca saldrá. A pesar de que a este itinerario ferroviario no se le hace publicidad hace tiempo que los turistas han descubierto y lo han valorado como una manera excelente de entrar en contacto con el verdadero rostro de Bulgaria. Mientras el tren viaja, ante los ojos se abren vistas hacia algunos de los últimos rincones que han quedado a salvo del turismo en masa en Europa. Uno podrá encantar a su jefe contándole de solitarios caminos rurales, abismos que cortan el aliento, ríos repletos de trucha y aldeas abandonadas donde vive una sola persona.

Si su jefe no es aficionado a la romántica y los viajes poco estándar, pueden regalarle una botella de vino tinto búlgaro comprado durante la gira vinícola por el país. Explíquenle que en Bulgaria el vino y la historia van de la mano, y que los tracios dominaban los secretos de su elaboración. Cabe decir que las catas resultarán bastante interesantes. La mayoría de las bodegas disponen de salas de cata. Es así en la aldea de Starosel donde sacerdotisas tracias seducen con vino y bailes. Es bueno que antes de esto uno visite el templo tracio de cultos del siglo V-IV antes de Cristo. Algunos arqueólogos suponen que allí fue enterrado el propio Sitalces, el rey de la tribu tracia de los odrisios, conocido como uno de los más potentes soberanos tracios en las tierras búlgaras.

Rutas ciclistas en medio de la naturaleza salvaje en el noroeste de Bulgaria, escalada en Belogradchik, paseos a caballo en Strandzha y los Ródopes Orientales.
Son innumerables las posibilidades de que uno haga su viaje interesante en Bulgaria. Las historias basadas en lo vivido colocarán a uno en el centro de la atención de jefes, colegas y amigos. Quién sabe, tras el viaje a Bulgaria puede resultar que ascienda de cargo. 

Versión en español
por Hristina Taseva
Fotos: Veneta Nikolova