El estudiante universitario Ivaylo Dínev es hijo de la transición. Nació en 1989, año clave para Bulgaria en que el país rompió con el comunismo y tomó el camino de la democracia y la economía de mercado. Es el líder de los Universitarios Madrugadores, que en octubre de 2013 bloquearon un aula de la Universidad de Sofía exigiendo la dimisión del gabinete Oresharski. A menudo le definen como rebelde, y él no niega serlo.
“Mi rebeldía se mi reacción a algo que ha ocurrido – explica Ivaylo – . También me rebelo cuando veo que existe un vacío; entonces reacciono para crear algo nuevo. El bloqueo de la Universidad fue más bien una rebelión en reacción a lo que está sucediendo en el país, y nosotros dijimos: “¡Así no se puede más! ¡Ya basta!” Un par de años atrás tomé la iniciativa de pedir la apertura de una biblioteca, adscrita a la Universidad Central, que funcionara las 24 horas. Durante varias semanas estuve hablado con la directiva y persuadiendo a mis compañeros de estudio. Como resultado el horario de trabajo de las dos bibliotecas de la Universidad en la Ciudad Universitaria se extendió a 24 horas continuas y, además, fueron contratados estudiantes para trabajar allí. Es un ejemplo del otro tipo de rebeldía”.
Según Ivaylo, еl bloqueo del principal centro universitario búlgaro ha logrado formar una nueva cultura en la comunidad estudiantil asignándole, además, un papel social importante.
“Después de la aparición de los Universitarios Madrugadores, toda fuerza política ya teme que estas sean las personas que puedan reunir en torno suyo a los ciudadanos jóvenes que en los últimos años no veían sentido en ir a las urnas electorales. Creo que de ahora en adelante la gente joven se organizará mucho más fácil ya que hemos dado un ejemplo positivo. La repercusión de nuestros actos en la sociedad civil y en los jóvenes ha sido muy importante”.
Ivaylo Dínev sostiene que son inminentes más protestas y diversas iniciativas cívicas.
“No soy optimista sobre el próximo año ni sobre las próximas elecciones, pero aún así quiero que haya comicios – dice Ivaylo –. Creo que las personas que el año pasado salieron a manifestarse diciendo, “¡Así no se puede más!”, dentro de 15 años serán el motor principal que impulsará el país adelante. Dentro de 15 años nosotros tendremos 35-40 años de edad y, además de ser importantes para la política fiscal, seremos las personas que marcarán las pautas en la sociedad y en la economía. En Bulgaria hay jóvenes sumamente talentosos. Lo importante es que no se vayan al extranjero antes de que pasen esos 15 años”.
Ivaylo tiene título de grado en la especialidad de Pasado y Presente del Sudeste Europeo. Actualmente está cursando el primer año del máster en Antropología Cultural en la Universidad de Sofía. Escribe poesía, cuentos cortos y relatos de viajes. Tiene numerosas publicaciones en diversas editoriales. Ha ganado varias distinciones de concursos literarios. Los temas que le emocionan y sobre los que escribe son acuciantes y candentes.
“El hombre dedicado a la escritura no debe quedarse apartado de los demás –razona Ivaylo Dínev –, tiene que sentir a la gente y escribir de modo que haga a los demás sentirle. Somos idealistas, es el vicio de la juventud. Si no vivimos el vicio ahora, mientras somos jóvenes, cuando seamos viejos estaremos desgastados, cansados y nos sentiremos, en cierta manera, infelices”.
A la pregunta tradicional qué camino seguirá después de graduarse, Ivaylo responde lo siguiente: “Antes del bloqueo quería, al graduarme, dedicarme a la docencia o a la ciencia; hacer investigaciones en antropología, recorrer los Balcanes y hablar con la gente, explorar el pasado y el presente. Durante el bloqueo, empero, mucha gente empezó a preguntar: “¿Por qué ninguno de esos estudiantes se decide a dedicarse a la política? Si dicen que los políticos lo están haciendo todo mal, que se metan ellos en la política y que arreglen las cosas si son tan inteligentes”. Pues, para mí lo más importante es continuar desarrollándonos profesionalmente, cada uno en su senda, y cuando veamos alguna injusticia, reaccionar, de manera individual o como comunidad. Hemos de convertirnos en el factor corrector que siempre faltó en este país, ser el poder al margen del poder – el de los ciudadanos y no el de la oligarquía”.
Rumiana Tsvetkova
Versión en español por Daniela Radíchkova
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