Agotada y cansada de la larga marcha hacia la democracia, la Bulgaria contemporánea necesita, hoy más que nunca, de personalidades luminosas que, con su ejemplo, la ayudan a salir de la sombra de la impersonalidad y la indiferencia.

El gimnasta Yordán Yóvchev marca una época en el deporte búlgaro; además de que logró hacer una carrera brillante, en la actualidad hace esfuerzos ingentes para que Bulgaria recupere su lugar en la elite mundial del deporte. Dice que lo considera su misión. “La gimnasia ni empieza ni termina conmigo”, señala el atleta, múltiple campeón de Europa y del mundo y medallista olímpico, que realizó una hazaña al participar en seis olimpiadas – es algo que ocurrió por primera vez en la historia del deporte.

Después de los JJ.OO. de Atlanta 1996, Yóvchev se quedó por algunos años en los EE.UU. pero continuó compitiendo por Bulgaria. En Norteamerica participó en un espectáculo gimnástico que le permitía mantenerse en forma perfecta. Es un período extremadamente fuerte para él: en dos ocasiones se hizo doble campeón del mundo en suelo y en anillas, en Gante (Bélgica), en 2001, y en Anaheim (EE.UU.), en 2003.

La última participación de Yordán Yóvchev en JJ.OO. fue en 2012, en Londres, cuando tenía 39 años. El gimnasta refiere los recuerdos que guarda de ella: “Cada Olimpiada en que he participado es excepcional, diferente y mejor. La última, de Londres, fue muy difícil para mí, porque la preparación no iba como yo quería: tenía una serie de lesiones, había obstáculos... Sin embargo entré en la final superando mis fuerzas, y el apoyo del público en la sala ha quedado en mi memoria junto con la satisfacción por lo hecho”.

Yóvchev habla asimismo del título deportivo que, según él, es el más importante entre los numerosos que ha conseguido: “El año 2001 fue el más valiosos para mí. Entonces me hice por primera vez doble campeón del mundo en Gante. Fue un gran avance. Hasta aquel momento no había alcanzado semejante máximo resultado. Nadie esperaba que podía llegar a ser campeón del mundo en ejercicios de suelo y una hora más tarde, en anillas”.

El gimnasta comenta sobre las dificultades por las que se pasa para forjar una larga y exitosa carrera: “Las dificultades siempre están allí. La cuestión es cuán fuerte quiere uno cumplir su sueño y cuán constante es en sus ideas, porque todos quieren que sus sueños se hagan realidad pero, ¿son lo suficientemente dedicados para conseguirlo? Además, es necesario tener suerte para preservarse. Hoy en día el deporte para altos logros es extremadamente traumático. En primer lugar, como mayor dificultad, pondría las lesiones y luego todo lo demás. No nos hemos preparado en las mejores condiciones y sin embargo hemos logrado buenos resultados. Lo importante es dar con el entrenador adecuado en quien puedas confiar, construir un equipo que crea en tus sueños”.

A pesar de haber pisado la cima, Yordán Yóvchev es una persona muy terrenal y el público le responde con respeto y amor. “No me tomo en serio a mí mismo porque sé que caer de lo alto duele. Por esto es mejor ser normal y realista –explica–. Apoyo la tesis de que uno debe hacer el bien sin esperar agradecimientos. Hay que extraer lo positivo de la vida y no ser negativistas, ya que esto reflecta en uno por dentro y por fuera”.

Yordán Yóvchev puso fin a su carrera deportiva en 2013 con un gran espectáculo benéfico. Durante algunos años presidió la Federación Búlgara de Gimnasia a la que todavía sigue ayudando. Tras la exitosa celebración en Bulgaria del Campeonato Europeo de Gimnasia Artística de 2014, ya están en marcha las preparaciones para la Copa del Mundo de Gimnasia Artística y Acrobática que se celebrará del 4 al 10 de mayo de 2015 en la ciudad marítima de Varna.

“Esperamos que habrá muchos participantes y que la sala estará llena para aplaudir a los deportistas nacionales y a los extranjeros. Será un formato interesante que no ha sido organizado nunca. La gimnasia acrobática tiene una larga tradición en Bulgaria. Esperamos una buena presentación de los acróbatas, y también de los gimnastas artísticos porque creemos que tienen un potencial y que ya ha llegado el momento de que éste se desarrolle” – concluye Yordán Yóvchev.

Versión en español por Daniela Radíchkova